la estimulación o atención temprana infantil es un proceso continuo de repetición al que los expertos llaman unidades de información o bits, y el mayor valor que posee lo encontramos en el proceso de estimular con amor y respeto, más que en la medición de sus resultados.
Estimular correctamente al bebé se trata de una carrera rápida e impaciente en búsqueda de asegurar las bases para que el bebé alcance el éxito y tampoco se trata de acelerar el ritmo individual del niño para su desarrollo; por el contrario, lo que se busca es reconocer las capacidades de cada etapa y a través de experiencias, nutrir y alimentar el proceso natural.
¿Qué se logra a través de los estímulos?
- Mediante la repetición sistemática y secuencial de estímulos, con actividades o ejercicios, con base científica, podemos reforzar las áreas neuronales de los bebés.
- A través de la estimulación temprana se reforzará correctamente el desarrollo cognitivo, motriz, social y emocional del bebé.
- Logrará ampliar sus capacidades y desarrollo individual, predisposición y ritmo.
¿Cómo estimular correctamente al bebé?
- Lo primero que debemos tomar en cuenta es que cada bebé es único, y este es la clave base para los estímulos.
- No debemos forzar u obligar al bebé a realizar actividades, todo debe surgir de forma natural y con las medidas de seguridad adecuadas.
- El bebé debe experimentar el sentimiento de libertad al realizar los estímulos, esto ayudará a que tenga buen autoestima.
- Los padres debemos respetar los tiempos y el desarrollo individual de cada bebé, sin exponerlo a comparaciones o críticas.
- Con arrullos, caricias, colores, formas, olores, sonidos, sabores, todo lo que nos rodea es estimulación y experiencias para el bebé.
- Amor, presencia, compromiso, respeto, cualquier evento ambiental es un estímulo que afecta al organismo que lo recibe.
- Antes de llegar a la definición precisa del término es necesario tomar en cuenta algunas consideraciones importantes como que
La estimulación y el vínculo afectivo
Estimular es una vivencia profunda en la que el amor es el principal elemento, porque nadie estimula a quien no ama; por esto son los padres los principales agentes de estimulación. Las interacciones no deben estar encaminadas exclusivamente al aprendizaje, sino más bien, a una actitud amorosa empleando el juego como estrategia.
Es necesario que la estimulación esté dirigida a promover destrezas emocionales, sociales, motoras y mentales, sin desconocer ningún aspecto, ni enfatizar más un área que la otra, porque el ser humano es globalidad, no es un espacio dividido en compartimentos, con un cajón para la motricidad, otro para su esfera afectiva y así sucesivamente.
El desarrollo adecuado de las potencialidades del niño en el tiempo es de fundamental importancia para su desarrollo futuro, el cual, como es lógico suponer, redundará en una población mucho más dinámica y productiva.