Antes de expresarse con palabras, el ser humano desarrolla un lenguaje de tipo receptivo, en el que sus padres y cercanos pueden contribuir a la evolución de su comunicación. Mediante diversas actividades, puedes lograr que tu hijo aprenda de una forma entretenida para todos los que participen en el proceso.
Algunas sugerencias para el desarrollo del lenguaje del bebé
- Nombra las cosas: con esto ayudarás al niño a identificar cosas y personas. Pon tu mano en las diversas partes de su cuerpo y enséñales cómo se llaman.
- Escúchalo: crea diálogos con él, no sólo le hables, sino intenta entenderlo y dejar que trate de comunicarse contigo en su propio idioma.
- Enséñale los conceptos: puedes instruirlo sobre cuando las cosas están calientes o frías, cuando las cosas se encuentran arriba o abajo, dentro o fuera.
- Explica el ambiente y causa-efecto: dile “Salió el sol, por eso es de día”, “Hay estrellas porque es de noche”, “Si prendo el interruptor, hay luz”.
- Identifica los colores: señala objetos y di sus colores (“Ese auto es azul”, Esa muñeca es rosada con blanco”).
- Háblale el doble: emplea frases de adulto, traduciéndolas posteriormente a lenguaje infantil (“Ahora tú y yo nos vamos a pasear = Mamá y bebé a pasear”).
- Convérsale como adulto: comunícate sencillamente, pero como adulto, sin balbuceos ni en idioma de bebito.
- Introduce los pronombres: puedes crear frases como “Este autito es tuyo y el lápiz es mío”.
- Incentívalo para que te conteste: hazlo mediante cualquier truco que se te ocurra, como sonidos o gestos.
- No lo obligues: todo se trata de estimularlo o motivarlo. Dile “Dime qué quieres” y después coopera con él: “¿Es que quieres la pelota?”.
- Dale mandatos sencillos: deben ser órdenes progresivas, una a la vez. Por ejemplo, “Recoge la cuchara” y después: “Entrégame la cuchara”.
- Corrígelo con cuidado: si no es capaz de pronunciar una palabra, enséñale pero de forma entretenida y sin retarlo si se equivoca.
- Amplía la lista de sus libros o historias favoritas: como su concentración es bastante limitada, puedes invitarlo a participar. Enséñale las ilustraciones y nombra lo que ve (“Mira, el osito está durmiendo”).
- Ayúdalo a pensar numéricamente: si bien no puede entender los números aún, sí sabe de cantidades. Dile “¡Hay muchos pajaritos!” o “Hay uno o más perros en el parque”.
- Usa signos: utiliza los signos y movimientos con tus manos para que pueda comunicarse. Si te expresas con señales y además le hablas con palabras, irás fortaleciendo su vocabulario al mismo tiempo.