Jugar con el bebé se transforma en una actividad que resulta beneficiosa para los menores, ya que podrá desarrollar sus sentidos, su sociabilidad y su aprendizaje. La psicopedagoga Gloria Naranjo explica cómo estimular a un bebé.
La importancia de estimular a los bebés desde que nacen, contribuye a la formación de un niño seguro de si mismo, sociable y con una mayor capacidad de aprendizaje. Sólo son necesarios algunos minutos diarios para esta labor, donde serán los padres los protagonistas quienes con mucho amor, jugarán y estimularán a sus hijos.
¿Qué puedo lograr estimulando a mi bebé?
La inteligencia depende mucho de los estímulos que estos le entreguen a su hijo. Está comprobado que el cerebro de un bebé, en su primer año de vida, crece rápidamente y que la inteligencia infantil es una verdadera caja de sorpresas que es necesario explorar e incentivar constantemente. Es aquí donde entra a jugar un rol importante lo que se conoce como «estimulación temprana».
¿La inteligencia es genéticamente hereditaria?
Según los doctores Benjamin Spock y Michael Rothenberg en el libro «Tu Hijo», “La inteligencia, en contraste con el desarrollo motor, tiene mucho más que ver con el ambiente que con la herencia. Los bebés nacidos de padres con escasa inteligencia, pero adoptados por familias corrientes o con buen nivel intelectual, tienden a desarrollar una inteligencia como la de sus padres adoptivos”.
De acuerdo con lo anterior, la psicopedagoga Gloria Naranjo, sostiene que los niños aprenden a través del contacto físico, de olores y sabores. «Es decir, por medio de sus sentidos, por esto no se necesita más que aprovechar los momentos de la alimentación, del baño o el instante en que le cambiamos de ropa al pequeño, para estimularlo», menciona la especialista.
Para despertar la inteligencia desde los primeros momentos del nacimiento hay que tener en cuenta que los bebés aprenden más y mejor manipulando que observando pasivamente. Según Gloria Naranjo «un recién nacido se encuentra perfectamente preparado y dispuesto para recibir estímulos. Hacerle preguntas al niño, por ejemplo, tiene la ventaja de intensificar la participación del propio niño en su proceso de desarrollo».
Vínculos entre los padres y el recién nacido
El vínculo que se desarrolla entre la madre y el recién nacido es un estímulo muy importante para quien durante nueve meses estuvo dentro del vientre materno. Una vez que se produce este encuentro cara a cara se desarrolla una relación de apego y confianza que sólo es posible entre el bebé y su progenitora.
Los estímulos que durante esta etapa se generen entre ambos estarán basados en cada uno de los lazos que se vayan creando en cada momento, ya sea cuando tomas al bebé entre tus brazos, al besarlo, mecerlo, alimentarlo, hablarle, mirarlo, y al mudarlo cuando sea necesario. De cada una de estas experiencias del día a día dependerá la capacidad del niño para entablar vínculos afectivos, desarrollar seguridad en sí mismo, formar su autoestima y desarrollarse con su entorno.
La formación del vínculo entre padres y el bebé es algo que ocurre durante los primeros minutos del recién nacido, para la mayoría de los padres el apego es una consecuencia de los cuidados básicos que le entregan a sus hijos. En un comienzo no perciben el vínculo que se está formando, sólo basta una sonrisa y el sentimiento de ternura y satisfacción frente al bebé, para dar cuenta del apego que entre ambos se está generando.