La idea es potenciar funciones cerebrales a través de estímulos repetitivos, que pueden ser ejercicios o juegos que sean interesantes para bebés de 8 meses.
Estimulación auditiva
- Aprender a diferenciar el ritmo: Pon música y, tanto tu con el niño, llevaran el ritmo aplaudiendo. Guíalo haciéndolo en un comienzo en forma exagerada.
- Estimular respuestas o solicitudes verbales: Entrena al niño en diversos juegos y movimientos como respuesta a solicitudes verbales. Por ejemplo: «Haz palmaditas», «Di adiós». En el momento en que el niño entiende que signifique decir «adiós», «dar palmaditas», etc., comenzara a hacerlo cada vez que se lo pidas.
- Entrenar al niño en la localización del sonido: Entrégale al niño un juguete que haga algún tipo de sonido; es posible que se asuste en un primer momento, pero después relacionara el sonido con el objeto. Toca una campana en algún lugar de la habitación y pregúntale al niño 2¿dónde esta la campana?». Este tipo de ejercicios le ayudaran a asociar la relación que existe entre el sonido y las distancias.
Estimulación táctil
- Estimular el reconocimiento de texturas: En el momento de la comida, deja que el niño la toque con sus manos y pueda apreciar su textura. Haz que se lleve a la boca alguno de los alimento que toco para que relacione la textura con el sabor. Llévalo por la casa tocando las cortinas, el cubrelecho, toallas, vestidos, etc. Entrégale una plastilina no tóxica para que comience a experimentar las diferentes texturas que se pueden conseguir con ella.
- Desarrollar la adaptación de los movimientos de la mano y percepción de texturas: Pon una piedra pómez en una cazuela, luego en una olla una esponja suave y más tarde en una jarra una lima de uñas. Preséntale cada recipiente en varias posiciones, hacia la derecha, hacia la izquierda, hacia arriba, etc. El niño deberá meter su mano y sacar lo que haya en el recipiente. Veras como el niño tendrá que adaptar los movimientos de la mano a la forma de cada uno de los recipientes.
- Estimular la diferenciación de texturas: Al vestirlo, haz que el niño toque sus medias, zapatos, camisetas, etc., al mismo tiempo que le vas nombrando la textura correspondiente; hilo, lana, algodón, etc.
- Reforzar la diferenciación de texturas: Dale al niño una caja de cartulina: pronto descubrira que la cartulina se puede doblar, romper y rasgar. Luego, a otro pedazo de cartulina del mismo tamaño que el anterior , échale goma y encima de esta, arena o tierra. Entrégaselo para que lo manipule de igual forma, indicándole en un comienzo la diferencia con la anterior.
- Estimular el juego de estirar y clavar cosas en la masa: Si tienes masa de hornear, o simplemente plastilina no tóxica, entrégale un poco en forma de bolas, enséñale a estirarla hasta romperla; has que pase su mano suavemente sobre la masa diciéndole «suave», luego indícale como podemos clavar ramas o palitos ( con punta redonda) bien pequeños en ella. Llévale sus manos de nuevo sobre la masa los palitos y dile «pica»
