Los perros, fieles amigos de los humanos, amorosos, compañeros, inteligentes y audaces, viven fugaces y nos nutren la vida con tanto afecto, ellos como seres vivos tienen emociones y dolencias, alegrías y tristezas, como sus responsables debemos estar al pendiente de sus cuidados y enfermedades.
Tomando en cuenta la salud y estabilidad de nuestros grandes amigos, te contamos cuáles son las enfermedades más comunes en los perros, los síntomas y cuándo es momento de acudir con el veterinario para una revisión inmediata.
Artritis canina
A pesar de que muchos de los casos de osteoartritis se manifiestan especialmente en animales viejos, con sobrepeso y especialmente en razas grandes, esta afección puede atacar a cualquier mascota incluyendo perros de cualquier edad, tamaño y raza.
Señales para saber si mi mascota tiene esta enfermedad
- Desgano para caminar, subir escalones, brincar o jugar.
- Cojera sin razón visible y permanente
- Se cansa con frecuencia durante las caminatas.
- Tiene dificultad para levantarse de una posición de descanso.
- Se queja lloroso o ladra por dolor cuando se toca.
- Se resiste al contacto con nosotros.
- El frío, los cambios de clima repentinos o el ejercicio pesado hacen empeorar el dolor y hacer más evidente los signos.
- Cuando adopta una mascota debes saber que al igual que los humanos, ésta puede padecer enfermedades como la artritis.
El veterinario es la persona idónea que está capacitado para dar el diagnóstico, prevención y tratamiento de esta patología. Por ello es que se hace necesario un control periódico en caso de los cachorros, mientras que el animal adulto debe ser por lo menos cada seis meses.
Displasia de cadera
Hablamos de una mala congruencia de la cadera (cavidad acetabular) con las cabezas femorales que pueden aparecer luxadas o subluxadas. En articulaciones con alguna alteración, se observa desde un ligero a grandes desplazamientos laterales de las cabezas femorales – subluxaciones – que permiten el «juego articular». El efecto es dañar, inflamar y finalmente debilitar la articulación de la cadera. La cantidad de líquido sinovial aumenta y el ligamento redondo se hincha y se estira.
Manifestaciones en su mascota
- Intolerancia al ejercicio, se incrementa la dificultad para saltar o para echarse dolor a la palpación o al pararse.
- Sonidos de chasquido en movimientos forzados o en el andar.
- Atrofias musculares, incremento de la agresión debido al dolor.
- Restricción de los movimientos de la cadera.
- Dificultades para correr o saltar.
Algunos cachorros no manifiestan síntomas y llagan a la edad adulta conviviendo bastante bien con la afección pero son los portadores genéticos y los posibles transmisores a sus crías. La manifestación con todos sus signos va a aparecer tarde o temprano.
Epilepsia
La epilepsia se puede definir como una descarga electroquímica del cerebro, que puede aparecer en cualquier momento y que se hace repetitiva en el tiempo, vale decir, el enfermo repite sus crisis durante la mayoría de su tiempo de vida.
Lo característico de esta enfermedad es que estos episodios de hiperactividad muscular convulsiva se repiten en el tiempo, evidenciándose en el enfermo, una absoluta normalidad orgánica entre estas crisis.
Los síntomas dependen del lugar de origen de las descargas eléctricas:
- Si es toda la corteza cerebral, el animal cae de lado, con gran rigidez, y pedalea.
- Esta se manifiesta con gran salivación, defecación y micción.
- Estos signos duran aproximadamente minuto y medio, luego comienza los signos del postictus, que son extrema excitabilidad, el animal corre sin rumbo, chocan con objetos.
- Otra forma de presentación es la depresiva, en que el paciente entra en un sueño ligero o profundo que puede durar horas.
- En los animales que padecen epilepsia debemos evitar las fuentes de tensión. Se ha detectado que también estos episodios pueden iniciar por efecto hormonal en las hembras por lo que se recomienda esterilizar tanto a machos como a hembras.
El tratamiento consiste en la administración de anticonvulsivantes de manutención, estos medicamentos impiden de alguna manera que las neuronas epilépticas disparen y diseminen sus descargas eléctricas. El Fenobarbital, debe otorgarse dos veces al día y mínimo por 6 meses.
Ante cualquier caso los dueños deben estar tranquilos, pues los perros pueden vivir con su tratamiento de forma normal.