Los cálculos renales también afectan a los niños y los desarrollan más los hombres que las mujeres. Éstos se presentan entre los 6 y 10 años, con fuertes dolores abdominales y si bien la mayoría de las veces se expulsan en forma espontánea, también una intervención poco invasiva termina con ellos.
Experto: Eduardo Focacci, urólogo pediatra de Clínica Ciudad del Mar
Los cálculos renales no son exclusivos de los adultos. Aunque se dan con menos frecuencia, los niños también pueden desarrollarlos, especialmente entre los 6 y 10 años de edad. Y es que son el resultado de la acumulación de sales cristalizadas y minerales como el calcio en el tracto urinario, o después de una infección.
Así lo explica el dr. Eduardo Focacci, urólogo pediatra de Clínica Ciudad del Mar. “Si el cálculo del riñón es lo suficientemente grande para bloquear el riñón o el uréter, puede causar dolor abdominal severo. Se trata de dolor tipo cólico o difuso y frecuentemente asociado a hematuria macro o microscópica (sangre en la orina). En tanto, en los lactantes y preescolares los síntomas suelen ser más inespecíficos como irritabilidad, llanto y orinas oscuras. También se pueden asociar a infecciones urinarias por bacterias”.
Pero los cálculos generalmente se expulsan atravesando el tracto urinario por sí mismos. Y, dependiendo de su origen, se suma la hidratación y analgesia, o bien diuréticos, citrato potásico u otros medicamentos, los cuales deben ser recetados por un especialista.
En otros casos, necesitan removerse quirúrgicamente, aunque es poco frecuente. “Actualmente las terapias son menos invasivas obteniéndose muy buenos resultados con la litotripcia estracorpórea (ondas de choque). En pediatría este procedimiento se realiza bajo anestesia general y no se ha demostrado que altere la función ni el crecimiento renal”, precisa el dr. Focacci.
