Cualquier niño puede presentar autismo, una patología compleja en el cerebro que trae como consecuencias problemas sociales, de conducta y lenguaje, esta enfermedad no distingue clases sociales o posición económica y además llega a causar gran impacto en el entorno familiar.
Este enigma inquietante no solo afecta al niño sino a sus padres, familia, cuidadores y quienes lo rodean porque el cuidado que requiere un niño con autismo es lo suficientemente demandante como para que todo su entorno próximo pongan un granito de arena.
Los padres, sobre todo, se exponen a diferentes desafíos que generan un impacto familiar a nivel emocional, económico y cultural. En estos casos, el apoyo de un experto puede ser de mucha ayuda, aún más en aquellos chicos que se vuelven agresivos.
El cuidado de un niño con autismo es, muchas veces frustrante, y no todas las familias tienen la posibilidad de adquirir un servicio profesional por desconocimiento o falta de recursos económicos.
Familias con un niño autista
Aunque es una condición que puede ser tratada y de cierto modo, controlada, el impacto que tiene sobre la familia la llegada de un niño autista suele ser grande:
1. Salud mental. Nace en los padres el sentimiento de culpa e impotencia por no saber qué hacer o dónde acudir.
2. Educación especial. Los niños con autismo, preferiblemente deben educarse en centros especializados que contemplen el autismo dentro sus pautas generales.
3. Gastos. Todo lo que generan las consultas médicas que se harán frecuentemente, psiquiatras y logopedas, esto porque los niños con autismo necesitan terapias del lenguaje, además de físicas y ocupacionales que mejoren su independencia y lo ayuden a desarrollar patrones sociales.
4. Medicamentos. En estos casos se usan dos tipos, unos para tratar el autismo en sí y otros para controlar los síntomas.
5. Relación con los hermanos. Es posible que los hermanos de niños autistas se sientan desplazados por la atención que demanda tener un hijo con esta condición, sin embargo, se le debe dar a cada hijo su espacio y amor.
6. Relación de pareja. Es normal y frecuente que parejas con un niño autista pasen por problemas severos que por lo general terminan en divorcio.
Periodos críticos de transición familiar
– Cuando reciben el diagnóstico
– Los primeros años escolares
– La adolescencia
– En la madurez
Cada familia es distinta y cada una tiene su propio reto, lo importante es el apoyo permanente y el constante estudio adquisitivo de conocimientos y meditación para mantener excelentes relaciones con el niño autista.
