La fiebre escarlatina o escarlata es una bacteria estreptocócicas (Streptococcus pyogenes) del grupo A. Es es una enfermedad infecciosa, aguda y febril que se aloja en la garganta y la piel y su período de incubación es de 2 a 4 días.
Su contagio se expande fácilmente, al tomar del mismo vaso de agua o cualquier otro recipiente o utensilio que haya utilizado la persona infectada, también por estornudo o alguna mínima gota de saliva que pudiera expulsar la persona contagiada. De igual forma, si inconscientemente tocamos los ojos, boca o nariz de estas personas, es muy probable terminar con esta enfermedad.
Son muchos los esfuerzos de los padres para cuidar a sus hijos de estas enfermedades, pero es casi imposible evitar que los niños en edad escolar (de 2 a 12 años) se contagien, sobre todo en épocas de frío o calor cuando es frecuente contraer virus.
La fiebre escarlatina puede aparecer luego de una faringitis o de otras enfermedades estreptocócicas, ejemplo, la infección de una herida. Existen excepciones donde la escarlatina surge de una infección cutánea llamada «impétigo», que también es causada por la bacteria estreptocócicas (Streptococcus), en este caso el niño no presentaría dolor de garganta. Siendo este uno de los principales síntomas de la enfermedad.
El virus inicia como una fiebre común, con dolor de garganta escalofrío y vómitos, pero cuando hablamos de fiebre escarlatina, percibimos síntomas que van más allá de un resfriado ocasional.
Síntomas de la fiebre escarlatina en los niños
- Fiebre.
- Garganta enrojecida y adolorida.
- Rostro, axilas, codos y mejillas enrojecidas.
- Salpullido en axilas, cuello, abdomen.
- Boca pálida.
- Comezón en la piel.
- Dolor muscular.
- Descamación de la piel.
- Lengua hinchada y con aparentes bultos blancos y rojos.
- Dolor de cabeza.
- Agotamiento.
Tratamiento
Es una enfermedad bacteriana es producida por un estreptococo, así que su tratamiento será con el uso correcto de antibióticos. Como recomendación inicial optamos por la penicilina, también puede ser penicilina V o la amoxicilina vía oral, o en su versión intramuscular, penicilina benzatínica. En pacientes alérgicos a la penicilina lo ideal sería eritromicina o azitromicina.
El tratamiento debe especificarlo el médico de cabecera y el niño debe permanecer bajo estricta observación médica, un tratamiento inadecuado puede complicar la salud y bienestar del niño. Ante la fiebre escarlatina, consulte a su médico.