La hemorragia que tiene comienzo en las fosas nasales, se conoce como epistaxis, y puede ser un problema común durante los primeros años de vida. Más del 50% de las personal en general han sufrido alguna vez una hemorragia nasal, bien sea de forma espontánea o por traumatismos.
La epistaxis puede asustar mucho, pero es muy frecuentes y, la mayoría de las veces, inocua. Por lo general, se rompen las finas venitas del septum, el cartílago que separa las 2 cámaras nasales. Como están muy cerca de la superficie y son tan delicadas, se quiebran con facilidad.
Estas venitas son particularmente vulnerables cuando dentro de la nariz hay una zona en carne viva o con una costra, como ocurre después de respirar aire demasiado frío o caliente, cuando se está resfriado, con alergia o con una infección sinusal. Meterse el dedo a la nariz o golpeársela también puede provocar una hemorragia. Muchas veces suceden sin causa aparente.
Tipos de epistaxis
- El tipo más usual de epistaxis es la hemorragia anterior
Los capilares, vasos sanguíneos diminutos ubicados en el interior de la nariz, se rompen y provocan el sangrado.
- Hemorragia posterior
como indica su nombre, sucede en la parte posterior o más profunda de la nariz. En estos casos, la sangre fluye por la parte posterior de la garganta, no dependiendo de que la persona esté sentada o de pie. Ocurren más a menudo en personas mayores que sufren hipertensión o personas que se han lesionado la nariz o la cara.
Lo que puedes hacer
- Haz que tu hijo permanezca erguido, sentado o parado, con la cabeza en alto.
- Aprieta su nariz debajo de la parte ósea con tus dedos índice y pulgar, mientras, el niño debe respirar por la boca.
- Mantén esta posición de 5 a 10 minutos. La presión sobre el septum parará el flujo sanguíneo.
- Si vuelve a sangrar, sigue presionando hasta que se formen coágulos.
- Si ha sufrido un golpe en la nariz, ponle hielo durante 1 hora para reducir la hinchazón (el hielo no ayuda a frenar la hemorragia porque el frío llega hasta las venas exteriores y no a las del septum).
Lo que no debes hacer
- No acuestes a tu hijo, sino no se reduce la presión en las venas.
- No permitas que el niño eche la cabeza hacia atrás pues en esa posición la sangre bajará por su garganta hacia el estómago, lo que lo irritaría o lo haría vomitar.
- No le llenes la nariz con algodón o gasa, ya que al sacarlo, puedes reabrir la vena rota.
Lo que puede hacer el médico
- Si el doctor sospecha de una fractura de cráneo u otra lesión, pedirá los exámenes necesarios para confirmar el diagnóstico y el tratamiento.
- Si la nariz de tu hijo sigue sangrando, le introducirá un algodón con medicación para anestesiar el área y encoger la membrana nasal. En contadas ocasiones se cauterizará la venita rota, es decir, se le quemará con un producto químico o un instrumento eléctrico pequeño para coagular la sangre.
- Si la epistaxis es recurrente, el médico investigará la causa para tratarla. En ocasiones no se encuentra el motivo específico. El tratamiento con antihistamínicos para aliviar las alergias, puede ayudar a reducir la irritación en los pasajes nasales y disminuir el riesgo de otra hemorragia.
Recomendaciones
- Si tu hijo es mayor, puedes enseñarle cómo detener una epistaxis.
- Si los pasajes nasales son muy secos, echa vaselina líquida al levantarlo y al acostarlo durante varias semanas.
- En la noche puedes poner en la habitación del pequeño un vaporizador de vapor frío, para ayudarle a reducir la sequedad en las fosas nasales. Este aparato debe estar limpio para evitar la expansión de bacterias.