Aunque no lo creas, un niño pequeño puede manifestar ansiedad y preocupación hasta por las tareas más básicas y cotidianas, así como al estar con otras personas o asistir a algún evento. ¿Cómo ayudarlo?
Su ansiedad puede ser un reflejo de la tuya
La ansiedad es hereditaria en algunos casos, y además, se aprende. Si tú o el padre son ansiosos, el niño será más vulnerable a experimentar estos sentimientos. No se trata de buscar culpables, pero es bueno reconocer este hecho para evitar hábitos que puedan acrecentar el estrés o transmitirlo preocupaciones y angustias.
Crea estrategias
Los expertos en psicología infantil recomiendan no eliminar de la rutina lo que genere ansiedad, ya que se inhabilitaría al pequeño para solucionar sus problemas. De igual modo, no se debe presionar al niño para que deje de manifestar ansiedad, ni siquiera verbalmente.
Una manera de demostrar calma y ayudar al niño con TAG es transmitir tranquilidad, en la manera de hablarle y de comportarte con él. Señálale cómo tú has conseguido superar obstáculos de forma valiente en el pasado y que comprendes lo que le ocurre.
Otra cosa importante es que el niño entienda qué cosas le causan ansiedad. En este sentido, es efectivo llevar al niño al psicólogo o a un profesional que lo ayude periódicamente y que le enseñe a regular su trastorno y a llevar una vida normal.
También puedes comunicar sobre su problema en el colegio, para que los profesores entiendan su comportamiento y puedan ayudarlo, evitando cosas que le causen angustia (como hablar o leer en público).
Si estás pasando por esta situación, no te preocupes en exceso; busca ayuda y confía en que con el tiempo podrás asegurar el bienestar emocional de tu pequeño.