¿Qué sucede dentro del cerebro de tu hijo durante una convulsión? Aquí hay una explicación simplificada de las convulsiones en los niños.
El cerebro está formado por miles de millones de células nerviosas llamadas neuronas, que se comunican entre sí a través de pequeños impulsos eléctricos. Una convulsión ocurre cuando un gran número de células envían una carga eléctrica al mismo tiempo. Esta onda anormal e intensa de electricidad abruma el cerebro y resulta en una convulsión, que puede causar espasmos musculares, pérdida del conocimiento, comportamiento extraño u otros síntomas.
Es normal que como padres nos alarmemos cuando escuchamos hablar de convulsiones en niños con epilepsia, y que estemos alerta en los momentos en que otras circunstancian puedan causar este tipo de ataques convulsivos.
Pero ¿Toda convulsión puede originar un ataque epiléptico? Facemamá profundiza en el tema de las convulsiones para aclarar lo que puede preocuparte.
La convulsión
Es un espasmo incontrolado de los músculos del cuerpo, provocado por una desorganización en el patrón eléctrico normal del cerebro. Las convulsiones se acompañan de pérdidas de conocimiento, corte de la respiración por unos instantes y, con frecuencia presentan el sacudido en las extremidades en forma espasmódica y rítmica.
El desmayo puede durar media hora o más, entonces cuando vuelve en sí, es posible que el pequeño se sienta confundido y con sueño. No recordará nada de lo sucedido al despertar.
Síntomas comunes de las convulsiones en los niños
- Pérdida del conocimiento.
- Sacudida espasmódica y rítmica de las extremidades.
- Orina y/o defecación.
- Fiebre alta (en ocasiones).
¿Cuáles pueden ser las causas?
De un 5 a un 10% de todos los niños pueden verse afectados por esta afección con fiebre alta y temperatura ascendente en forma repentina. A esto se le llama desmayo febril. Cabe destacar que la epilepsia es un desorden cerebral y también causa desmayos, sin embargo, es menos común que la convulsión, y se relaciona con infecciones cerebrales como encefalitis y meningitis.
Tipos de convulsiones en niños
Algunos tipos de convulsiones, como las convulsiones de ausencia, son especialmente difíciles de atrapar porque pueden confundirse con soñar despierto.
«Nadie pasa por alto una convulsión grand mal (tónico-clónica generalizada)», dice William R. Turk, MD, jefe de la División de Neurología de la Clínica Infantil Nemours en Jacksonville, Florida. «No puedes dejar de notar cuando una persona cae al suelo, tiembla y duerme durante tres horas». Pero las convulsiones de ausencia pueden pasar desapercibidas durante años.
Los especialistas indican que no debemos preocuparnos si nuestro hijo mira con la boca abierta los dibujos animados en la televisión o si mira por la ventana del automóvil. La mayoría de los niños que parecen estar soñando despiertos en realidad solo lo están. En su lugar, está atento a los hechizos que surgen en momentos inapropiados, como cuando tu hijo está hablando o haciendo algo y se detiene de repente.
Otros tipos de convulsiones, como las convulsiones parciales simples o complejas, se pueden confundir con diferentes afecciones, como migrañas, enfermedades psicológicas o incluso intoxicación por drogas o alcohol. Los exámenes médicos son una parte importante del diagnóstico de convulsiones. El médico de su hijo ciertamente le hará un examen físico y análisis de sangre. El médico también puede ordenar un electroencefalograma para verificar la actividad eléctrica en el cerebro o solicitar una exploración del cerebro, como una resonancia magnética, con un protocolo de epilepsia específico.
¿Quién puede sufrir una convulsión?
Cualquiera puede sufrir una convulsión en determinadas circunstancias. Por ejemplo, la fiebre, la falta de oxígeno, un traumatismo craneal o una enfermedad pueden provocar una convulsión. A las personas se les diagnostica epilepsia cuando tienen convulsiones que ocurren más de una vez sin una causa tan específica. En la mayoría de los casos, aproximadamente siete de cada 10, no se puede identificar la causa de las convulsiones.
Este tipo de convulsión se denomina «idiopática» o «criptogénica», lo que significa que no sabemos qué las causa. El problema puede deberse a una activación incontrolada de neuronas en el cerebro que desencadena una convulsión.
La investigación genética está enseñando a los médicos cada vez más sobre las causas de los diferentes tipos de convulsiones en los niños. Tradicionalmente, las convulsiones se han clasificado en función de su apariencia externa y patrón de EEG (electroencefalograma). La investigación sobre la genética de las convulsiones está ayudando a los expertos a descubrir las formas particulares en que ocurren los diferentes tipos de convulsiones. Eventualmente, esto puede conducir a tratamientos personalizados para cada tipo de convulsión que causa epilepsia.
Diagnóstico de convulsiones en los niños
Diagnosticar una convulsión puede ser complicado. Las convulsiones pasan tan rápido que su médico probablemente nunca verá que su hijo tenga una. Lo primero que debe hacer un médico es descartar otras afecciones, como convulsiones no epilépticas. Estos pueden parecerse a convulsiones, pero a menudo son causadas por otros factores, como caídas de azúcar o presión en sangre, cambios en el ritmo cardíaco o estrés emocional.
Tu descripción de la convulsión es importante para ayudar a tu médico con el diagnóstico. También debes considerar llevar a toda la familia al consultorio del médico. Los hermanos de los niños con epilepsia, incluso los niños muy pequeños, pueden notar cosas sobre las convulsiones que los padres quizás no noten. Además, es posible que desees tener a mano una cámara de video para que pueda grabar a tu hijo durante una convulsión. Esto puede parecer una sugerencia insensible, pero un video puede ayudar enormemente al médico a hacer un diagnóstico preciso.
¿Qué debo hacer si mi hijo convulsiona?
Las convulsiones no son mortales pero merecen atención médica, y hay que actuar de la siguiente manera:
- No desesperarte.
- Acuesta a tu hijo sobre el piso, lejos de muebles o algo que pueda lastimarlo durante la convulsión.
- Cuando pase la convulsión, mantenlo de costado para que no trague su vómito si se acompaña de éste.
- De tener fiebre, intenta bajarla mojándolo con agua fresca, luego llama al doctor.
¿Qué debo evitar en estos casos?
- No le des ningún remedio mientras está inconsciente.
- No desatiendas al niño durante la convulsión.
- No trates de detener sus movimientos.
- No intentes abrirle la boca o forzar un objeto dentro de su boca mientras esté desmayado.
Si el pequeño permanece desmayado, el especialista administrará medicación para esto. Cuando tenga controlada la situación no se requerirán otros tratamientos de desmayos febriles.
No obstante, si sospechara que puede existir una infección cerebral, llevará a cabo una punción lumbar para extraer líquido de la espina dorsal y analizarla en el laboratorio. El niño podría ser internado en observación para futuros exámenes y evaluación. Si se presumiera epilepsia, se analizará para confirmar el diagnóstico.
Si tu niño es propenso a desmayos febriles, vigila con atención su temperatura cada vez que se enferme. Puedes prevenir otro episodio, si mantienes baja la temperatura con acetaminofén (paracetamol) y baños frescos.
Si su condición se vincula con una infección cerebral, no existirán contratiempos una vez que se haya curado. Finalmente, si se le diagnosticó epilepsia, el médico dará instrucciones para los cuidados en casa y los medicamentos a tomar.