¿Cómo se diagnostica y se trata el eczema en los niños?

Existe un porcentaje pequeño de niños que tienen eczema: 1 de cada 10, y usualmente, los síntomas surgen en los primeros meses de vida y en la mayoría de los casos, antes de los cinco años. Sobre la mitad de los niños que han presentado esta complicación, ya no lo tienen al llegar a la adolescencia.

La palabra «atópica» describe aquellos trastornos que sufre una persona altamente sensible a alérgenos medioambientales como polen, polvo, ciertos alimentos, etc. La palabra «dermatitis» se refiere a una piel inflamada, enrojecida o irritada.

Cuando la piel pica, es natural querer aliviarse rascándose o frotándose las zonas afectadas, ya sea con la mano o con cualquier cosa que tengan a su alcance. Sin embargo, el rascarse puede hacer que la piel se engrose y cambie a un color marrón.

¿Cómo se diagnostica?

El eczema puede ser difícil de diagnosticar debido a que:

  • Cada niño tiene un cuadro de síntomas particular que varía en intensidad y según la edad.
  • Es muy parecido a otros trastornos cutáneos, como la dermatitis seborreica (llamada «costra láctea«), la soriasis y la dermatitis por contacto.
  • No existe un examen que permita emitir un diagnóstico definitivo de dermatitis atópica.

 ¿Cómo prevenir o tratar los eczemas en los niños?

Podemos prevenir o tratar el eczema de los niños impidiendo que se le reseque la piel y manteniéndolos alejado de los factores que lo desencadenan. Pueden ser útiles los siguientes consejos:

  • Evitar los baños calientes muy seguidos, ya que tienden a resecar la piel.
  • No debemos adquirir jabones perfumados.
  • Preguntemos al pediatra si el pequeño puede utilizar gel de baño.
  • No frotemos demasiado al bebé al secarlo con la toalla.
  • Tejidos irritantes como la lana, las fibras sintéticas o los materiales vastos, pueden agravar la irritación.
  • Huntemos regularmente crema hidratante después del baño, aunque le estemos aplicando una crema con corticoesteroides recetada por el pediatra, es bueno que le sigas poniendo alguna crema o loción hidratante unas 2 ó 3 veces al día.
  • En caso de que se rasque por la noche, coloquemos en sus manos unos guantes finos y cómodos a la hora de dormir.
  • Mantengámoslo en un ambiente fresco.
  • Eliminemos cualquier alérgeno conocido.
  • Hagamos que el niño tome abundante agua, para que su piel esté bien hidratada.

 ¿Cuándo es necesario acudir al pediatra?

  • Si la fiebre no cesa o va en aumento.
  • Cuando notes enrojecimiento y calor en o alrededor de la zona afectada.
  • Ampollas con pus en el área afectada.
  • Úlceras en la piel parecidas a los «fuegos» que salen en los labios.

¿Qué debe hacer el pediatra?

  • Si el médico sospecha que el niño tiene eczema, lo primero que hará será investigar su historia médica.
  • Los antecedentes personales o familiares de fiebre del heno, otras alergias o asma son indicadores importantes.
  • Además del examen físico, probablemente el pediatra nos preguntará sobre cualquier otro síntoma actual, su estado de salud en el pasado, la salud de los otros miembros de la familia, qué remedios toma, qué otras alergias padece, etc.
  • El tratamiento será en base a corticoesteroides de uso tópico, como las pomadas, cremas o lociones que contienen cortisona. Estos medicamentos se aplican directamente sobre las áreas afectadas 2 veces al día.
  • Es fundamental que se aplique este medicamento durante el tiempo indicado.

Otros medicamentos que el doctor puede indicar son:

  • Antihistamínicos: Para aliviar la picazón.
  • Antibióticos por vía oral o tópica: Para prevenir o tratar infecciones secundarias, habituales en niños con eczema.
  • Rayos ultravioleta: Es un tratamiento para niños más grandes, en caso de eczema grave.
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