La hipertensión arterial es definida como aquella que sobrepasa la media de los 95 mmHg y causa malestares generales en los individuos, especialmente en niños y adolescentes.
Este 17 de mayo de 2023 cuando se celebra el Día Mundial de la Hipertensión por Orden de la Organización Mundial de la Salud (OMS) -que afirma que el problema afecta a 30% de la población del planeta, es decir a 1.130 millones de personas- es importante revelar cuáles son las señales que marcan la presencia de este enemigo silencioso, que, de no ser tratado a tiempo, podria afectar el desarrollo de los menores de edad.
De hecho, si los progenitores son capaces de detectar los síntomas del mal, para lo cual necesitarán la ayuda del personal médico, podrán garantizar que sus hijos puedan crecer de manera normal e impedir que se conviertan en víctimas de una patología que causa la muerte de 13% de los habitantes del orbe, lo que según la OMS representa la cifra más alta para aquellos padecimientos no trasmisibles.
Síntomas de la hipertensión
Clínica Mayo informó cuáles son los síntomas que genera la enfermedad en las personas, tras realizar una serie de estudios hechos en Estados Unidos, donde se presentaron varios casos.
El ente norteamericano, considerado uno de los centros qe cuenta con mayor desarrollo tecnológico del mundo, indicó que la enfermedad no va asociada a un tipo de comportamiento, porque tiende a manifestar pocos signos de su existencia, motivo por el cual recomendó llevar a los «reyes de la casa» al médico cuando se perciba lo siguiente:
- Dolor de cabeza.
- Convulsiones.
- Dolores de pecho.
- Fuertes palpitaciones.
- Latidos del corazón acelerados y aleteos fortísimos.
- Falta de aire.
Una recomendación expresa de la OPS
La Organización Panamericana de la Salud (OPS), que cuenta con los mejores especialistas del nuevo continente, recomienda acudir a un galeno cuando sean palpables los síntomas anteriormente mencionados en los niños.
Además insta a los progenitores a llevar a sus pequeños a consultas de rutina desde los 3 años de edad, con el fin de mantener controlada la situación, sobre todo, si el jovencito sufre de complicaciones renales o cardíacas.
La OPS, además, invitó a los jefes del hogar a evitar que sus descendientes sufran de obesidad, porque ella está estrechamente vinculada a la hipertensión arterial, al punto de que puede desencadenar accidentes cerebrovasculares, infartos y males renales. Todos ellos pueden ser evitados si un niño recibe una alimentación balanceada y la acompaña con ejercicios físicos que les permiten ostentar una gran resistencia cardiopulmonar.
