Cómo evitar la intoxicación alimentaria en los niños

Cómo evitar la intoxicación alimentarias en los niños

Los bebés y los niños se ven particularmente afectados: según una publicación de la asociación profesional de médicos de niños y adolescentes, alrededor del 50 por ciento de los pacientes que sufren intoxicación alimentaria son menores de 16 años.

Signos de intoxicación alimentaria

Los síntomas de intoxicación alimentaria, como calambres abdominales, diarrea, náuseas, vómitos y fiebre, a menudo aparecen de forma repentina y grave. Si los calambres se vuelven muy severos, si se siente somnoliento o si nota sangre o mucosidad en las heces, es importante buscar ayuda médica.

Cuidado con la deshidratación

Por un lado, los vómitos y la diarrea intensos pueden provocar deshidratación, es decir, falta de agua y minerales perjudiciales para la salud.

Por otro lado, la concentración de toxinas o patógenos (que ya son producidos por bacterias en los alimentos) puede ser tan grande para un organismo pequeño que no pueda combatir adecuadamente la intoxicación alimentaria sin el apoyo de medicamentos.

Sin embargo, esto es raro y generalmente requiere tratamiento con antibióticos si la intoxicación alimentaria es causada por bacterias. Incluyen, por ejemplo, listeria, campylobacter y salmonella. 

El tratamiento médico generalmente se enfoca en el suministro de líquidos, el retorno de nutrientes importantes y el alivio de los síntomas existentes, que a menudo desaparecen después de algunas horas o días.

Medidas preventivas: higiene y conocimiento alimentario

Para evitar una intoxicación alimentaria desagradable para tu hijo, es importante prestar atención a la higiene al almacenar y preparar los alimentos. Además, los niños pequeños no deben comer leche cruda, carne cruda o poco cocida, pescado o mariscos crudos. Los huevos cocidos deben servirse duros o bien cocidos.

 La nuez moscada y los frijoles pueden provocar síntomas graves de intoxicación en forma cruda. Cantidades muy grandes de zanahorias pueden dañar el hígado debido a la alta concentración de betacaroteno.

Una temperatura del refrigerador por debajo de los 5 grados centígrados inhibe la multiplicación de gérmenes. El calentamiento por encima de los 70 grados centígrados mata muchos patógenos. Dado que las frutas y verduras también pueden estar infestadas de gérmenes, es importante lavarlas con agua tibia y limpiarlas con un paño.

Confía también en el juicio de su nariz y la impresión de tu hijo. Si no quiere comer un determinado alimento, no siempre significa que simplemente lo rechace. Los bebés y los niños pequeños en particular suelen tener sentidos muy agudos para la comida en mal estado.

¿A qué se debe la intoxicación alimentaria?

La intoxicación alimentaria es a menudo el resultado de un almacenamiento y manipulación inadecuados de los alimentos. 

Los alimentos más comunes que provocan intoxicaciones son la carne, las aves, el pescado o los huevos crudos. Si, a pesar de todas las precauciones, se sospecha una intoxicación alimentaria, suele tener sentido llevar al pequeño paciente al pediatra. 

A diferencia de los adultos, los niños no solo pueden intoxicarse con alimentos más rápidamente, sino que combatir los patógenos y toxinas dañinos a menudo es más perjudicial para la salud y puede provocar complicaciones graves sin apoyo médico

  • Desecha inmediatamente el agua de condensación y los envases de los productos cárnicos. Limpia las superficies de trabajo usadas después de cada uso. Cambia las esponjas, los cepillos para platos y los trapos con regularidad.
  • Si una lata parece hinchada, asegúrate de desecharla o dársela al departamento de salud local. Porque las dosis infladas indican el (raro) patógeno del botulismo.
  • Si deseas «enlatar» carne o verduras, debes calentarlas dos veces por precaución.
  • La carne cruda, el pescado crudo o los huevos crudos no deben formar parte de la dieta de los niños pequeños.


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