Cómo detectar la esquizofrenia infantil

Cómo detectar la esquizofrenia infantil

La esquizofrenia ocurre con menos frecuencia en niños y adolescentes que en adultos y presenta algunas peculiaridades. Los niños menores de 13 años se ven afectados con esquizofrenia infantil en el 0,01% de los casos, mientras que los adolescentes menores de 17 años se ven afectados en el 0,5%. 

Un diagnóstico precoz y correcto con el tratamiento adecuado mejora las posibilidades de recuperación y también tiene un efecto preventivo. En niños y adolescentes, el inicio de la enfermedad suele ser insidioso, los síntomas aparecen de forma gradual y son inicialmente muy inespecíficos (retirada y aislamiento social, disminución del rendimiento escolar, síntomas físicos, ideas extrañas). 

Los niños con esquizofrenia infantil suelen tener retraso en el desarrollo motor y del lenguaje, relaciones interpersonales limitadas y dificultades en la escuela antes de la enfermedad.

¿Qué factores inciden en el curso de la esquizofrenia infantil?

El curso de la enfermedad varía dependiendo de la edad y la apariencia. Hay formas que se caracterizan por un único episodio esquizofrénico agudo, otras que tienen un curso ondulante recurrente; aún otros son crónicos.

La presencia de al menos 2 de los siguientes síntomas característicos, cada uno durante un período de un mes: 

  • Delirios
  • Alucinaciones
  • Habla desorganizada
  • Comportamiento catatónico o muy desorganizado

Síntomas negativos

  • Pérdida del rendimiento social
  • Escolar: Las competencias en estas áreas funcionales se pierden o, si el inicio de la enfermedad es precoz, no se adquieren en absoluto.

Los síntomas característicos de la esquizofrenia se pueden dividir en síntomas positivos, negativos y catatónicos, que tienen algunas peculiaridades en niños y adolescentes.

  • Los síntomas positivos incluyen: Alucinaciones como B. escuchar voces, delirios tales. B. delirios de persecución y megalomanía, habla incoherente y pensamientos ilógicos.
  • Los síntomas negativos incluyen: Cambios afectivos de entumecimiento a sentimientos inapropiados, trastorno por déficit de atención, falta de cuidado personal, retraimiento social, retraso en el habla y movimientos lentos.
  • Los síntomas catatónicos incluyen: Agitación y estados de congelación, negativismo (rechazo absoluto a hacer cualquier cosa), mutismo, comportamiento y habla extraños, comportamiento estereotipado.

Investigaciones diagnósticas sobre la esquizofrenia infantil

El diagnóstico de esquizofrenia infantil siempre requiere una evaluación psiquiátrica, neurológica, médica y psicológica cuidadosa y completa. 

Además del llenado de cuestionarios y la discusión médico-paciente, se recomienda verificar la función y estructura del sistema nervioso mediante exámenes técnicos adicionales, como B. la resonancia magnética del cerebro y la medición de las ondas cerebrales. 

También se toman muestras de sangre y orina para examinar el estado general del paciente y descartar un posible abuso de sustancias.

Diagnóstico diferencial 

Los síntomas psicóticos también se hacen evidentes en niños y adolescentes con otros trastornos. 

Por tanto, es importante diferenciar clínicamente la esquizofrenia infantil de otros cuadros clínicos, especialmente los trastornos afectivos (depresión, trastorno bipolar), el trastorno esquizoafectivo, el trastorno de estrés postraumático y los trastornos obsesivo-compulsivos. 

También se deben considerar los trastornos del espectro autista en particular en los niños pequeños y los trastornos de la personalidad en los adolescentes (especialmente los trastornos de la personalidad esquizotípicos, esquizoides, paranoides y por evitación).

Las causas

Las causas de la esquizofrenia infantil no se comprenden completamente. Parece que tanto los factores genéticos como los ambientales están involucrados en la patogénesis. 

Algunos estudios realizados con gemelos y niños adoptados hablan a favor de los primeros: los niños en cuyas familias ya tienen esquizofrenia tienen más probabilidades de desarrollar ellos mismos este trastorno psicótico, especialmente de forma temprana. 

De hecho, los factores ambientales prenatales (infecciones maternas, mala nutrición o estrés durante el embarazo) y posnatales (complicaciones en el parto, eventos estresantes, medicamentos, etc.) también juegan un papel. 

El concepto biopsicosocial sirve como modelo explicativo, según el cual la interconexión de los diversos factores provoca la aparición de la enfermedad en el individuo.


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