Es usual que cuando vemos a nuestros hijos con catarro o un resfriado, nos preocupemos porque ello no se convierta en una grave enfermedad. Es por eso que Facemamá toca el tema de la bronquitis en los niños, para así darte algunas herramientas para prevenirla o tratarla en su debido momento.
La bronquitis es una infección de los bronquios donde estos se inflaman llenándose de mucosa, lo que dificulta la respiración, puesto que los bronquios son los conductos que llevan a los pulmones el aire.
Usualmente se trata de la misma infección viral que causa el resfriado común; de hecho, muchos niños desarrollan bronquitis durante o justo después de un resfrío o una gripe, pero es poco usual que una infección bacteriana cause esta enfermedad.
Es difícil que se presente en bebes menores de un año y es poco común en niños menores de seis.
La bronquitis no es grave y generalmente desaparece en pocos días o una semana; no obstante como puede causar serias dificultades para respirar, hay que estar alerta a la respiración del bebé durante esta enfermedad.
¿Cuáles son los síntomas?
- Tos fuerte que puede producir esputos de flema.
- Falta de apetito.
- Malestar general y a veces, vómitos al toser.
- Dolor y contracción en el pecho.
- Dificultad para respirar.
- Color azulado alrededor de los labios y la lengua.
- Escalofríos.
- Fiebre.
¿Qué debo hacer?
- Asegúrate de que tu hijo descanse mucho y se mantenga tranquilo y abrigado.
- Apóyalo en varios cojines o almohadas para facilitarle la respiración.
- Dale mucho líquido para que no se deshidrate.
- Si no tiene apetito, no es conveniente forzarlo a comer. Lo más nutritivo y reconfortante puede ser una sopa caliente.
- Presta atención a su temperatura: si sube de los 38,5 grados, dale ibuprofeno o acetaminofén.
- Llama al médico si no puedes reducir la fiebre.
- Llévalo al consultorio o a urgencias si tiene dificultad para respirar o si sus labios y lengua se ponen azules, porque es señal de que no está recibiendo suficiente oxígeno.
La atención médica
El médico puede determinar el internar al niño en caso de severa dificultad para respirar, para tratarlo con oxígeno y aire caliente y húmedo. También es posible que le recete la aplicación de suero endovenosa para prevenir su deshidratación.
Si la infección fuera bacteriana, le colocará antibióticos, de lo contrario, de ser la causa un virus, te dará instrucciones para atenderlo hasta que la infección desaparezca por sí sola.
A menudo la bronquitis es crónica, especialmente si tu bebé es propenso a las infecciones respiratorias o las alergias; entonces, en estos casos evita los ambientes fríos, húmedos, con excesiva contaminación o humo de cigarrillos y otros irritantes, los que podrían originar o agravar la bronquitis.
