Los padres de los niños no pueden «hacerse de la vista gorda» cuando sus hijos permanezcan conectados durante muchas horas al teléfono celular, porque de acuerdo con médicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ese puede ser un síntoma de depresión infantil.
Recientes estudios realizados por la Universidad de Arizona (Estados Unidos) demostraron que existe una relación entre cuadros de ansiedad y la utilización excesiva de dispositivos móviles.
«La conclusión principal es que la dependencia del teléfono inteligente predice el desarrollo de síntomas depresivos posteriores», explicó Matthew Lapierre, uno de los científicos de la institución norteamericana en una entrevista concedida a ABC, diario español.
¿Por qué es perjudicial que niños se hagan adictos a la tecnología?
Según el psicólogo Horacio Murga, quien atiende a pacientes tanto de América como de Europa a través de internet, un infante que pase mucho tiempo aislado de su entorno natural, regularmente verá perjudicadas sus capacidades de socialización.
«El uso de los dispositivos electrónicos por los niños durante largas horas cada día, perjudica su desarrollo normal y les ocasiona problemas de conducta, trastorno de sueño e incluso problemas de depresión infantil y ansiedad«, explicó el especialista que presta sus servicios en el Instituto Nacional de Salud Mental (INSM) de Perú.
«Muchos padres les facilitan celulares a sus hijos menores de 2 años con el fin de calmar su llanto o para jugar, pero lo que no saben es que la exposición excesiva es perjudicial porque puede acelerar el crecimiento del cerebro y asociarse con déficit de atención, retrasos cognitivos, problemas de aprendizaje, aumento de la impulsividad y falta de autocontrol; así como aumentar el riesgo de trastorno bipolar, psicosis y conductas agresivas», agregó en una entrevista concedida al portal Gob.Pe.
Cómo evitar la depresión infantil
Clínica Las Condes, uno de los centros de salud más reconocidos en Chile, indicó que una manera de combatir la depresión es mediante la ayuda de la familia, pues las conversaciones entre progenitores y descendientes impiden que los muchachos se aislen de su entorno y busquen refugio en los aparatos tecnológicos que en muchas ocasiones causan adicción.
«Esta enfermedad (la depresión) altera todas las áreas de la vida y por esa razón se necesita apoyo en todas las aristas: familia, amigos, colegio. Se ha visto que, si uno es capaz de hacer un vínculo positivo con al menos una persona, el paciente sale adelante. En la consulta, cuando viene el hijo con los dos papás involucrados, generalmente responden mejor a los tratamientos”, indicó Viviana Herskovic, psiquiatra de Clínica Las Condes en una nota de prensa publicada en el portal de la institución, en la que aclaró que nunca se deben ignorar los peligros que producen las enfermedades mentales.
“Si el niño llora mucho, dice que está triste y que piensa en la muerte, los padres deben saber que esas son señales importantes de que hay un trastorno de ánimo y que necesita ayuda profesional”, agregó.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) instó a las personas a no ignorar las consecuencias de los problemas en la psiquis, pues los definió como enemigos silenciosos de los miembros de la sociedad.