Este 22 de mayo, por decisión de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se celebra el Día Internacional del Síndrome de DiGeorge, también conocido como 22q11, que es una enfermedad que afecta a los bebés.
María Lunar, periodista dedicada al área de ciencia del Diario El Tiempo, informó que esta patología afecta a uno de cada 4.000 recién nacidos y es originada por problemas genéticos.
Según la Clínica Mayo, un ente con sede en Estados Unidos, este mal ocasiona que «las glándulas paratiroides sean más pequeñas que lo normal y secreten muy poca cantidad de hormona paratiroidea, lo que provoca hipoparatiroidismo. Este trastorno hace que haya niveles bajos de calcio y altos de fósforo en la sangre».
Consecuencias del Síndrome DiGeorge
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) dio a conocer al portal Middlesex Health cuáles son las consecuencias que ocasiona el Síndrome de DiGeorge, que se presenta desde que surgen problemas con el desarrollo embrionario.
A continuación Facemamá te las dará a conocer:
- Presencia de soplo cardíaco o piel azulada. Esto es ocasionado por mala circulación de la sangre a causa de una afección cardíaca.
- Infecciones constantes. Este tipo de patologías aparecerán de manera frecuente porque el individuo no posee un buen sistema inmunológico.
- Partes poco desarrolladas. Los neonatos regularmente presentan un mentón poco desarrollado, ojos separados o un surco derecho en el labio superior. Además pueden poseer orejas de implantación baja.
- Problemas del paladar. Los bebitos aparecen con hendiduras muy profundas en esa zona del cuerpo y tienen mucha dificultad para poder alimentarse.
- Retrasos. Casi siempre tardan un poco más en empezar a hablar y aprender nuevas tareas. También se comportan de manera violenta en ciertas situaciones.
- Poco tono muscular. Los brazos y piernas tienden a ser muy finos en comparación con los neonatos que no sufren esta condición.
Tratamiento, la clave para ayudar al bebé
Según la OMS, lo más importante al momento de detectar la presencia del Síndrome de DiGeorge es acudir a un médico con prontitud, con el fin de que establezca el tratamiento indicado para el pequeño paciente y poder brindarle una alta calidad de vida.
El especialista ordenará un tratamiento basado en el alto consumo de calcio y vitamina D, para combatir las secuelas del hipoparatiroidismo, una de las consecuencias dedel Síndrome de DiGeorge.
También podría determinar si es necesaria una cirugía del corazón, para mejorar la circulación de sangre y, por ende, la oxigenación del cerebro.
Por último, y tal y como indica la OPS, se debe mantener una relación cercana entre los pequeños y sus doctores, pues sólo así se podrá atender, de manera eficaz, otras anomalías que aparezcan cuando tengan esa condición, entre ellas el desequilibrio de su salud mental, así como dificultades para el desarrollo corporal.