Una cantidad no menor de niños nace con el sistema de conductos nasolagrimales insuficientemente desarrollados, problema que puede provocar la obstrucción de dichos conductos, excesivo lagrimeo e infecciones.
La obstrucción del conducto nasolagrimal es común en los lactantes; las estadísticas arrojan que un tercio de los bebés nace con este trastorno. En aproximadamente el 90% de los casos se resuelve sin tratamiento alrededor del primer año, o con un tratamiento muy sencillo. Mientras antes se diagnostique la afección, menos probabilidades existen de que se desarrollen infecciones y sea necesaria una operación.
Causas, incidencia y factores de riesgo
Normalmente, el conducto nasolagrimal drena lágrimas desde la superficie del ojo hacia la nariz. Si este conducto se bloquea, las lágrimas se acumulan y caen, similar a cuando se está llorando.
Puede que en ciertos bebés, el conducto no esté completamente desarrollado al nacer. Esto es llamado obstrucción congénita del conducto nasolagrimal o dacriostenosis. Comúnmente el bebé nace con un conducto más estrecho de lo normal o con una red o trozo de tejido que obstruye el conducto, imposibilitando que drene las lágrimas adecuadamente o causando que el conducto se obstruya muy fácilmente.
Otras causas de obstrucción del conducto nasolagrimal son menos frecuentes. Algunos niños tienen pólipos nasales (quistes o crecimientos anómalos de tejido en la nariz que llegan hasta el conducto nasolagrimal). También puede provocarse una obstrucción por un tumor en la nariz, lo que es muy extraño en infantes.
Asimismo, un traumatismo en el ojo, como un corte o lesión en los conductos nasolagrimales, también pueden obstruirlos; esto se puede evitar con cirugía plástica.
Síntomas
Habitualmente se presentan los síntomas entre el nacimiento y los 3 meses de vida, aunque puede suceder que el problema no se detecte hasta que el niño desarrolle la infección ocular. Los signos más frecuentes son el exceso de lagrimeo, incluso en ausencia de llanto (epifora). También puede presentar pus en la comisura del ojo o despertarse con muchas legañas.
Si el niño padece una obstrucción de los conductos nasolagrimales puede desarrollar una infección en el saco lagrimal denominada dacriocistitis. Los signos incluyen el enrojecimiento de la comisura interna de los párpados y una ligera molestia e hinchazón en el lado de la nariz.
Otro signo de obstrucción del conducto nasolagrimal puede presentarse en el momento del nacimiento o al poco tiempo de nacer. El bebé puede nacer con un saco lagrimal hinchado, con un abultamiento azul denominado dacriocistocele cerca de la comisura interna de los párpados.
Para el diagnóstico, el doctor pedirá:
- Un examen interno de la nariz
- Tinción del ojo con fluoresceína para observar el drenaje de las lágrimas
- Estudios radiográficos especiales para examinar el conducto
- Un examen oftalmológico estándar
Tratamiento
Si el niño no tiene el conducto nasolagrimal desarrollado totalmente, puedes masajear el área varias veces al día, para abrir dicho conducto. Primero, debes lavarte las manos con agua y jabón. Luego, coloca tu dedo índice en la parte lateral de la nariz del bebé y realiza un masaje descendente hasta el extremo inferior de la nariz. Puedes aplicarle compresas calientes sobre el ojo para favorecer el drenaje y aliviar cualquier molestia.
Si la infección se ha desarrollado como consecuencia de la obstrucción de los conductos nasolagrimales, el pediatra recetará gotas oculares antibióticas o una pomada ocular antibiótica para tratar la infección. Debes saber que los antibióticos no eliminarán la obstrucción. Una vez que la infección remita, podrás seguir masajeando los conductos nasolagrimales del pequeño de la manera indicada por el pediatra.
En el caso de no presentarse ninguna mejoría, puede necesitarse un procedimiento con sonda para abrir el conducto, lo cual puede requerir anestesia.
Generalmente, la obstrucción del conducto lagrimal congénita desaparece por sí sola cuando el bebé cumple 6 meses, pero si no sucede así, se necesitará un tratamientos para tener buenos resultados.
Complicaciones
El bloqueo del conducto lagrimal puede incrementar el riesgo de infecciones oculares.
Consulta con el médico si presenta derrame de lágrimas, porque una de las posibles causas es un tumor. El tratamiento temprano será eficaz y en algunos casos, vital.
Prevención
No es posible prevenir todos los casos, pero el tratamiento adecuado de las infecciones nasales y de la conjuntivitis puede reducir su riesgo. También, el traumatismo puede evitarse tomando medidas de seguridad, evitando así una obstrucción.