Miel de abeja y riesgo de botulismo, por qué no es recomendable la miel para niños pequeños menores de un año. Botulismo infantil: una condición muy rara pero potencialmente mortal, un tabú para la alimentación infantil: endulzar con miel.
Incluso si el té, la leche o la comida para bebés saben aún mejor, puede ser peligroso para los niños menores de doce meses: botulismo infantil, una enfermedad muy rara pero potencialmente mortal.
En esta forma especial de botulismo, los intestinos del bebé se infectan con la bacteria Clostridium botulinum. Las esporas pueden germinar en el intestino y producir una toxina paralizante muscular.
La flora intestinal de un bebé aún no está lo suficientemente desarrollada para mantener bajo control los gérmenes patógenos como los clostridios. Si no se detecta ni se trata, el veneno puede causar parálisis de los músculos respiratorios y de deglución en bebés enfermos y, en el peor de los casos, provocar la muerte.
La comida preparada para bebés, las gachas y las galletas endulzadas con miel, por otro lado, son seguras. Durante la fabricación, los productos se calientan lo suficiente como para matar las bacterias.
En niños mayores de un año y adultos, sin embargo, la miel es completamente inofensiva porque una flora intestinal estable impide la germinación de las esporas.
Las esporas de la bacteria Clostridium botulinum pueden presentarse como contaminantes naturales en la miel, incluso con el trabajo más cuidadoso del apicultor. Las posibles fuentes de contaminación son el polen, el tracto digestivo de la abeja melífera, el polvo, el aire, el suelo y el néctar o posiblemente el alimento de las abejas.
Las toxinas producidas por Clostridium botulinum pueden provocar botulismo infantil, una enfermedad grave que a veces puede poner en peligro la vida. Los pasteles de arroz son un refrigerio popular para los niños. Son útiles desde una edad temprana para llevar y para mordisquear de forma independiente.
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Peligro de botulismo infantil
No miel o jarabe de arce para niños menores de un año La miel, el jarabe de arce o el jarabe de maíz pueden contener bacterias que pueden poner en peligro la vida, especialmente para los bebés.
La intoxicación alimentaria con Clostridium botulinum, que desencadena lo que se conoce como botulismo, es muy rara, pero peligrosa debido a la alta tasa de mortalidad.
Una forma especial es el botulismo infantil, ya que las esporas aún pueden colonizar los intestinos de niños muy pequeños y germinar allí. Los lactantes infectados muestran debilidad muscular, apenas pueden mantener la cabeza erguida y tienen dificultad para respirar, que puede manifestarse con sibilancias o ronquidos.
Los reflejos son débiles, por lo que el niño tiene dificultad para succionar y tragar, la saliva sale más por la boca y las pupilas reaccionan a la luz con retraso. Los niños afectados necesitan tratamiento médico intensivo lo antes posible.
El estreñimiento y los pañales apenas mojados también pueden ser efectos secundarios. Las principales fuentes de infección para el botulismo infantil son la tierra o el polvo y la miel, el jarabe de arce o el jarabe de maíz.
Las temperaturas de 100°C pueden hacer que la bacteria sea rápidamente inofensiva. Si los clostridios se exponen a temperaturas de alrededor de 80°C, morirán después de seis minutos. Para niños y adultos, solo los alimentos son críticos en los que las bacterias pueden multiplicarse y formar esporas debido a las malas condiciones higiénicas antes de comerlos.
Los productos enlatados que muestren deformación, especialmente abultados, deben desecharse. Porque las protuberancias en una lata podrían haber sido causadas por gases del patógeno del botulismo. También hay que tener especial cuidado con la comida casera.
Esto siempre debe calentarse dos veces para destruir las esporas germinadas Dado que las bacterias pueden sobrevivir sin aire, también pueden sobrevivir en alimentos envasados al vacío, como el pescado ahumado. Para evitar que se formen esporas allí, se debe observar el enfriamiento prescrito.
