Bacteria Mycobacterium Tuberculosis

La tuberculosis es una enfermedad contagiosa producida por la bacteria Mycobacterium Tuberculosis que afecta principalmente a los pulmones, aunque puede propagarse a otras partes del cuerpo.

La tuberculosis se propaga a través del aire. Se contagia mediante otras personas aquejadas de tuberculosis pulmonar. Esto se produce cuando una persona infectada tose, estornuda, habla o escupe, expulsa al aire bacilos de la tuberculosis, solo basta inhalar un pequeño número de esos gérmenes para resultar infectado. Es necesario aclarar que no todas las personas infectadas por esos bacilos necesariamente se enferman.

¿Quienes están en riesgo?

Esta enfermedad es especialmente delicada para ancianos, bebés y personas con deficiencia inmunológica. Los riesgos de contraer tuberculosis aumentan si se está en contacto frecuente con gente que padece esta enfermedad, se posee cierto grado de desnutrición, o se vive en condiciones insalubres.

Sintomas de tuberculosis

  • Tos severa y persistente, algunas veces con flema o sangre
  • Baja de peso
  • excesiva sudoración nocturna
  • fiebre, escalofríos y fatiga
  • dificultad respiratoria
  • dolor en el tórax

 

En bebé los síntomas incluyen fiebre, somnolencia y dificultad respiratoria. Se pueden observar aumento de tamaño en hígado y bazo, debido a que éstos órganos filtran las bacterias de la tuberculosis.

Tratamiento

La tuberculosis se trata generalmente con varios medicamentos, con el objeto de atacar la bacteria que lo genera. Puede suceder que el médico vaya variando estos medicamentos según la evolución del tratamiento, que de no ser seguido como indica el médico puede complicarse mucho más.

El tratamiento contra la tuberculosis puede llegar a durar hasta 6 meses, en especial en pacientes con alguna deficiencia inmunológica.

Complicaciones

Si el tratamiento no se inicia a tiempo, la tuberculosis puede causar daños pulmonares permanentes. Además los medicamentos usados para el tratamiento pueden generar efectos secundarios, como problemas hepáticos, coloración oscura de lágrimas y orina, cambios en la visión, y erupciones cutáneas.


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