Bebé prematuro: cuando un bebé nace prematuramente, su organismo no termina de desarrollarse, por lo que necesita cuidados puntuales que lo ayuden a superar las diversas dificultades que puedan presentarse. Por tener necesidades especiales deben recibir cuidados médicos diferentes a los que reciben los bebés a término.
Durante la primera etapa de la vida extrauterina suelen permanecer en una unidad de cuidados intensivos neonatales, misma que está diseñada para proporcionar a los bebés sus necesidades básicas de calor, nutrición y protección para asegurarles un crecimiento y desarrollo adecuados.
Algunas de las enfermedades que puede padecer un bebé prematuro:
Cerebro: Durante el parto o días después de este, los bebés prematuros pueden sufrir hemorragias cerebrales, los que corren este riesgo son aquellos que pesan menos de 2 kilos.
Infecciones: Las cuales llegan a provocarles enfermedades graves.
Calor corporal: Tienden a perder el calor más fácilmente, ya que carecen de grasa corporal, esto puede generarle hipotermia.
Problemas respiratorios: Tienen problemas al respirar, entre las causas más frecuentes está el síndrome de dificultad respiratoria neonatal. Esta ocurre porque los pulmones no han terminado de desarrollarse y no producen una sustancia denominada surfactante.
Cuidados de los bebés prematuros
– Es importante llevar a tu bebé al pediatra para que se lleve apuntes sobre el aumento de peso y cómo está de salud.
– Al igual que a todos los bebés, los prematuros reciben vacunas a las mismas edades de haber nacido.
– Necesitará consumir vitaminas, hierro y leche de formula especial. Estos requieren necesidades nutricionales especiales porque crecen más deprisa y sus sistemas digestivos son inmaduros. La mayoría de los bebés prematuros necesitan ser alimentados cada ocho y diez veces al día.
– Los bebés prematuros tienden a dormir más horas al día.
– La bizquera o estrabismo es común en los infantes prematuros, la mayoría de los casos desaparece a medida que vaya creciendo.
Diferentes problemas relacionados con el embarazo incrementan el riesgo de contracciones prematuras o el parto prematuro:
-Anomalías congénitas del útero.
-Antecedentes de parto prematuro, infección (urinaria o de la membrana amniótica).
-Mala nutrición poco antes o durante el embarazo.
-Preeclampsia.
-Placenta previa
-Falta de cuidados prenatales.
-Consumo de tabaco, cocaína o anfetaminas.