La encefalitis es una inflamación del cerebro, que puede ser causada por diferentes razones (virus o bacterias), la intensidad de la enfermedad puede ser leve o grave, la duración, el diagnóstico y el tratamiento dependerá del tipo de encefalitis.
Duración
La mayor parte de los casos de encefalitis aguda suele durar un máximo de 7 días. La total recuperación puede tardar más, generalmente varias semanas o meses.
Diagnóstico
- Tomar una tomografía computerizada (TC) o una resonancia magnética (RM), para comprobar si el cerebro está inflamado o presenta alguna hemorragia u otras anomalías.
- Electroencefalograma (EEG), que registra las señales eléctricas cerebrales, para comprobar si existen ondas cerebrales extrañas.
- Exámenes de sangre para confirmar la presencia de bacterias o virus en la sangre, y si el organismo está fabricando anticuerpos contra determinado germen.
- Punción lumbar para recoger líquido cefalorraquídeo para detectar posibles signos de infección.
Una cantidad muy reducida muere a causa de encefalitis. Los bebés menores de 1 año y los adultos de más de 55 años tienen mayor riesgo de una encefalitis mortal.
Tratamiento
- Si la encefalitis es leve, en algunos casos se puede tratar en casa, pero la mayoría deben permanecer hospitalizados, por lo común en la unidad de cuidados intensivos. Los médicos controlarán la tensión arterial, la frecuencia cardíaca y la respiración, también los fluidos corporales para impedir que el cerebro se inflame aún más.
- Se pueden utilizar fármacos antivirales para tratar algunos tipos de encefalitis, por ejemplo en el caso del virus del herpes simple.
- Se pueden administrar corticosteroides para reducir la inflamación cerebral. Si el niño presentara convulsiones, probablemente le administren fármacos anticonvulsivantes.
- Los medicamentos de venta libre, como el paracetamol, pueden servir para la fiebre y el dolor de cabeza.
- La mayoría de los niños que contraen encefalitis se recuperan enteramente. Un porcentaje mínimo sufre lesiones cerebrales permanentes, como trastornos del aprendizaje o del habla, pérdida de memoria o problemas de control muscular. Para estos casos, el tratamiento puede ser la logopedia, la fisioterapia y/o la ergoterapia o terapia ocupacional.