Para evitar esta insuficiencia, te recomendamos tomar algunos pequeños cuidados en la alimentación de tu hijo.
Experto: Patricia Glaser, pediatra Clínica Avansalud.
La anemia se puede percibir en cualquier bebé que presente escasez de hierro en su organismo, pero en los menores de seis meses es más habitual que se dé cuando nacen con reservas bajas de este mineral.
En los bebés prematuros es muy común que se presente la anemia, debido a que no tuvieron tiempo en la gestación de acumular cantidades suficientes del micronutriente.
Podemos ser testigos de anemia en pequeños cuando las madres no consumieron hierro en cantidades adecuadas durante su embarazo, o en mamás que sufrieron de pérdidas de sangre.
Para evitar que el bebé tenga anemia por insuficiencia de hierro, se recomienda lo siguiente:
- Si se está alimentando con mamadera, la fórmula debe estar fortificada con hierro.
- Si lo estás alimentando al pecho, para estar segura de que recibe la dosis necesaria de hierro, debes darle un suplemento de hierro medicamentoso.
- A medida que coma alimentos sólidos, incluye los que son ricos en hierro, como las carnes rojas.
- El salvado no es un alimento que se le dé a los lactantes, por lo que es recomendable no utilizarlo.
Si bien la anemia se puede detectar por la debilidad y el cansancio, por la hinchazón de las manos y los pies, e incluso por una dificultad respiratoria, es importante que las mamás y papás que estén al cuidado del bebé, agreguen a la alimentación diaria fierro oral, además de las indicaciones de alimentación recomendadas por el médico de cabecera. «De esta manera estaremos evitando mayores inconvenientes y enfermedades precarias en el bebé”, comenta la pediatra de Clínica Avansalud Patricia Glaser.