Existen trastornos gastrointestinales que son funcionales y muy comunes en los lactantes, estos son llamados regurgitaciones. ¿Has escuchado sobre el tema? ¿Qué pasa cuando tu bebé regurgita? Pues algunas mamitas lo llaman “vómito o buches” y aparecen justo cuando el pequeño acaba de comer.
¿Qué es la regurgitación?
La regurgitación es uno de los temas tratados más frecuentemente por los padres en las consultas con los pediatras debido a que son muy comunes en los pequeños durante sus primeros meses de vida, específicamente antes de sus 6 meses y va desapareciendo a medida que éste crece.
Cuando tu bebé regurgita, muchas veces basta con seguir las recomendaciones simples, pero otras debes estar muy atenta a estos 8 signos de alarma que te presenta Facemamá, a continuación.
Signos de alarma cuando tu bebé regurgita
1.- Perdida o falla en el progreso del peso y la talla. Si observas que tu bebito come de forma adecuada y a las horas que corresponde, pero no aumenta de peso y talla o por el contrario, disminuye su peso porque no asimila sus alimentos (leche materna o artificial), esta es una característica muy importante a tomar en cuenta de inmediato para conversar con el pediatra y seguir el tratamiento que indique.
2.- Distensión abdominal. El estómago de tu pequeño se inflama y en algunos casos, cuando es severo el reflujo, el estómago se siente duro.
3.-Irritabilidad o dolor. La mayoría de las veces el reflujo o regurgitación en los bebés no causa ningún tipo de dolor o irritación, pero existen casos en los que éstos son muy fuertes y provocan que tu pequeño llore, tenga irritabilidad o mal humor.
4.- Sangre en las heces. Es muy importante que prestes atención a las heces de tu bebito cuando le cambias su pañal, algunas veces cambian de color o sangran porque están muy duritos y otras suelen presentar hilos o pequeños coágulos de sangre que indican que algo no se encuentra bien y lo mejor es descartar junto con el pediatra.
5.- Diarrea Crónica. Así como pueden estar estreñidos algunas veces, en otras ocasiones suelen presentar diarreas imparables o crónicas, lo que puede deshidratar de manera muy rápida a tu hijo y debes estar muy atenta. Desde el primer instante debes consultar con su médico para que realice análisis, detecte lo que puede estar ocurriendo y coloque el tratamiento necesario.
6.- Fiebre. Las fiebres son un indicativo de que algo no anda bien en el organismo, es una alarma que se enciende y de la que debes estar atenta al 100%. Si la fiebre es uno de los síntomas que presenta tu pequeño junto al reflujo avisa inmediatamente a su pediatra. Una fiebre muy alta o persistente es de cuidado y sólo el especialista puede indicar tratamiento.
7.- Rechazo a los alimentos. Este es un síntoma que se puede dar en el bebé cuando existe alguna patología o problema con el bebé. Cuando le ofreces amamantarlo o alimentación artificial y el pequeño la rechaza puede traer consigo problemas gastrointestinales que afectan su salud. Su digestión se ve perjudicada porque se hace más lenta y los ácidos de su estómago actúan dañando su aparato digestivo.
8.- Síntomas o problemas respiratorios. Los bebés con problemas de regurgitación cuando esta se complica presentan tos, ronquera, infecciones respiratorias frecuentes, entre otras.
Si tu bebé regurgita…
Recuerda tomar las medidas preventivas recomendadas por el pediatra de tu pequeño, así como las de un especialista en gastroenterología infantil de ser necesario para descartar y prevenir algunas patologías que puedan presentarse.
