La varicela es un padecimiento infeccioso causado por el virus zóster, que se presenta básicamente en la niñez, a pesar de ser una enfermedad leve es muy endémica, por lo que se debe tener la mayor precaución, especialmente las mujeres embarazadas que se encuentran en el primer trimestre que es el momento donde el bebé se está formando.
Durante el periodo de embarazo, es poco común que se presente este tipo de infección, pero si lo hiciera, la varicela congénita se caracteriza fundamentalmente por lesiones en la piel, defectos oculares, anormalidades del sistema nervioso central y retardo del crecimiento, así como también microcefalia, ceguera, problemas hepáticos, renales, incluso puede causar la muerte del bebé en el útero.
Por otra parte, las mujeres fértiles por lo general no poseen anticuerpos que combatan o ayuden a prevenir la varicela, por lo que un aproximado del 10 a 15% están lo suficientemente sensibles como para contraer este virus.
Formas de diagnóstico
- Realizar ecografías fetales donde se puede observar hipoplasia de miembros, lo que daría un resultado positivo para esta infección.
- Cultivo viral o reacción de polimerasa en cadena (RPC) en líquido amniótico o sangre fetal.
- Realizar pruebas de cordocentesis, que es la muestra sanguínea percutánea del cordón umbilical, para examinar con exactitud la sangre del bebé.
¿Cuál es la etapa de embarazo que causa mayor gravedad en el feto?
Los especialistas que han sido testigos de dicha infección, aseguran que las madres que presentan esta enfermedad pocos días antes de dar a luz corren mayor riesgo, por el niño no poseer todavía el anticuerpo que necesita para su propia protección.
Entonces las futuras madres deben ser muy precavidas, si va a planificar un embarazo es necesario que tenga en cuenta varias cosas, en este caso tratar de vacunarse meses antes de la fecundación, de no ser así y la madre queda en estado sin prever, entonces lo más recomendable es no exponerse a ciertas situaciones que podrán traerle complicaciones, en definitiva lo mejor es alejarse de zonas donde abunden virus, como hospitales, sitios muy cerrados donde se limita el paso del aire, también tratar de no tener contacto piel a piel con desconocidos que puedan estar presentando algún padecimiento.
