Algunos futuros padres logran percibir los cambios de ánimo de su pareja que esta embarazada. Pero no sólo eso, también sus antojos, vómitos o achaques. Y aunque esto puede ser inquietante, estos síntomas pueden hacer que el padre se involucre desde el principio y que apoye a la futura madre de una manera más íntima, se trata del síndrome de Couvade.
Síntomas por simpatía
Se dice que el futuro papá siente los síntomas del embarazo de la futura madre como una especie de simpatía. En algunos lados esto a llegado a conocerse como el Síndrome de Couvade, (del francés couver, que significa incubar). Este síndrome puede afectar a 1 de cada 4 hombres y por lor general, estos síntomas aparecen en el tercer mes de gestación o también en las últimas semanas del embarazo.
Si bien existen estudios que señalan la variante hormonal como explicación para este fenómeno, también están aquellos que afirman que es más bien de corte emocional. Aunque puedan experimentar algunos de los síntomas del embarazo de su pareja, sólo son algunos de ellos, los más agudos y dolorosos, concernientes al nacimiento mismo por ejemplo, sólo puede experimentarlo la futura mamá.
Síntomas del síndrome de Couvade
Los síntomas que pueden llegar a experimentar los futuros padres son de tipo psicológicos y biológicos, por tanto son de corte psicosomáticos.
Síntomas de tipo psicológicos
- Nerviosismo
- Antojos
- celos
- ansiedad
- Estrés
- Cambios de humor
Síntomas de tipo biológicos
- Vómitos
- Calambres en las piernas
- Náuseas
- Dolores abdominales.
Cómo tratar el síndrome de Couvade
Lo más recomendable para aliviar los síntomas en el padre es que la pareja converse constantemente sobre el hijo que están esperando y los dos estén lo suficientemente involucrados. La comunicación dentro de la pareja se convierte en algo esencial, pues se debe compartir cómo se está viviendo el proceso del embarazo y de ser futuros padres.
En el caso que se necesite ayuda médica, por los malestares físicos, cada pareja debe decidirlo, pero por lo general, lo más importante es tratar los síntomas psicológicos de ambos padres. El padre puede ser parte activa del embarazo, puede acompañar siempre a la madre al médico o a clases prenatales u otro asunto que tenga que ver con el futuro bebé.
