¿Se puede comer frutos secos en el embarazo?

Se puede comer frutos secos en el embarazo

Las madres primerizas suelen preocuparse por los alimentos que deben  o no consumirse durante el embarazo, sobre todo si se tratan de productos que sirven como complemento a la alimentación. Los frutos secos por ejemplo, son excelentes para llevar a cabo una dieta de embarazada,  ya que es una forma natural para reemplazar los antojos del embarazo.

El gran valor nutricional que aportan los frutos secos en el embarazo es incuestionable, pues son una gran fuente de energía, magnesio, calcio, fibra y potasio que ayudan a prevenir algunas de las molestias de la gestación.

Durante el embarazo es muy aconsejable tomar un puñadito diario de frutos secos, esto aportará beneficios a la madre y al bebé:

  • Los frutos secos son ideales para el primer trimestre de embarazo, porque pueden evitar síntomas como mareos o náuseas típicas en estas primeras semanas.
  • Los frutos secos te proporcionan la energía que necesitas a diario, con la ingesta de frutos secos puedes combatir el sueño, cansancio y el estreñimiento.
  • Las nueces tienen el poder de aliviar la fatiga y te proporciona el Omega 3 necesario para ti y para el bebé.
  • Este tipo de frutos también poseen un alto contenido de ácido fólico que te ayudará a prevenir los defectos del tubo neural en el bebé.
  • Fortalece tus huesos con el calcio, potasio y fósforo.
  • Las nueces, las almendras, los pistachos y las avellanas ayudan a disminuir el dolor de pelvis o caderas durante el embarazo.
  • La mayoría de los frutos secos tienen un gran poder antioxidante, haciendo que la piel de la embarazada se encuentre más sana e hidratada.
  • Los frutos secos son una excelente opción para esos momentos donde tengas ganas de matar algunos antojitos, gracias a su poder saciante con poca cantidad, la sensación de hambre desaparecerá.

Frutos secos no recomendables

  • Los piñones: no son muy recomendables para consumir durante el periodo de gestación, ya que algunos causan molestias estomacales.
  • Las castañas: son muy ricas en azúcares y demasiado pobres en proteínas y grasas saludables.
  • Las semillas de girasol: no son buenas porque se venden con mucha sal añadida y esto no es sano.

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