Riesgos de la inducción al parto

Riesgos de la inducción al parto

Cuando hablamos de inducción al parto nos referimos a la intervención del proceso natural que debe cumplir la mujer para dar a luz. Este procedimiento se lleva a cabo generalmente por una decisión médica, es decir si la madre por alguna razón importante de salud no puede dar a luz de forma natural.

¿Cómo se realiza la inducción?

Una de las formas más habituales de inducir el parto es mediante la rotura de la bolsa amniótica o bien por la separación de la membrana que enlaza esa bolsa con la pared del útero, iniciando así las contracciones.

Cuando ocurre la rotura de la bolsa amniótica se incrementa la posibilidad de que la mujer y el bebé contraigan infecciones, ya que cuanto más tiempo permanezcan rotas las membranas mayores son los riesgos de infecciones.

La inducción también se puede realizar a través de hormonas (oxitocina y la prostaglandina), este tipo de inducción no resultan perjudicial para la mujer, sin embargo existen probabilidades que se produzca un desagarro en el útero, también puede bajar la tensión arterial y el nivel de sodio en sangre, lo que se asocia a ataques epilépticos (Estos casos son muy pocos probables que sucedan, así lo afirman los especialistas).

Consecuencias de inducir el parto

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