En ocasiones, el deseo por ser madre de algunas mujeres las hace creer que lo están, cuando en realidad no es así; a esto lo conocemos como Síndrome de Rapunzel, imaginario, pseudociesis, embarazo utópico o psicológico. Trastorno que llega a presentar los mismos síntomas de la gestación.
¿Quienes son más propensas a padecerlo?
- Aquellas que desean embarazarse y por problemas de fertilidad, esterilidad o edad se les complica gestar.
- Mujeres jóvenes que no desean ser madres y ante la incertidumbre constante, se hacen sensibles a padecer este trastorno.
Síntomas del embarazo psicológico
- La mente juega un papel importante en estos casos, provocando alteraciones o síntomas mismos del embarazo, a estas reacciones se les conoce como psicosomáticas.
- Estrés y ansiedad.
- Alteración en el funcionamiento hormonal, lo que ocasiona la falta de ovulación y por consiguiente se detiene el ciclo menstrual.
- Aumentan los niveles de prolactina y la progesterona, esto causa vómitos, náuseas y agotamiento.
- Crecimiento del vientre y senos.
- Producción de leche.
- Ablandamiento del cuello uterino.
- Aumento de peso.
- Movimiento fetal (sensación subjetiva).
- Contracciones.
¿Cómo tratar este trastorno?
- La ayuda familiar es fundamental en estos casos, la pareja o familiares muy cercanos y de confianza pueden hablar con la mujer y hacerla entender sutilmente que las pruebas de embarazo han sido negativas y sus síntomas se deben a reacciones psicosomáticas.
- La mente enferma, por eso, en la mayoría de los casos de embarazos utópicos, la paciente debe ser tratada por psicólogos, iniciar terapias y tratamiento para comprender así la realidad.
Gracias a los nuevos métodos de fertilidad y reproducción asistida, además de todos los mecanismos existentes para ser madre, este trastorno disminuyó considerablemente en los últimos años.
Especialistas aseguran este tipo de enfermedad forma parte de los trastornos somatomorfos, que son aquellos que por necesidades emocionales; angustia, ansiedad, afecto, se reflejan a través de síntomas físicos.
Es importante que el diagnóstico se haga de manera temprana para evitar que la mujer padezca de depresión posteriormente. Para el embarazo psicológico no existe edad y no infiere con la maternidad a futuro.