Consumo de queso en el embarazo

Consumo de queso en el embarazo

Durante el embarazo, el queso puede ser añadido a la dieta sólo come con abundante verduras, ácidos grasos, omega-3 y un poco de azúcar refinado. Durante los nueve meses es recomendable evitar los llamados “quesos blandos” y preferir el queso cottage, ricotta, queso crema, quesos procesados (como el americano) y los “quesos duros”, como el cheddar y el parmesano.

Si eres de las mujeres que gusta comer de distintos tipos de queso, en el embarazo debes tener ciertas precauciones, sobre todo con los llamados “quesos blandos”.

Esto porque, al ser menos ácidos y contener más humedad que los quesos duros, permiten que se desarrollen más rápidamente bacterias como la listeria. Ingrid Raygada, nutricionista de Clínica Dávila nos aporta más información al respecto.

Infección por listeria

Entre los quesos que pueden contaminarse con listeria están:

Ten mucho cuidado con ellos, en especial si los compras en la feria o en un lugar donde no estén refrigerados ni bien envueltos.

“lo más probable es que la listeriosis no afecte gravemente la salud de la embarazada, a no ser que padezca una enfermedad subyacente que debilite el sistema inmunitario. Sin embargo, incluso si la infección no afecta su salud gravemente, podría tener consecuencias graves para el bebé si no se trata de inmediato. La listeria puede infectar la placenta, el líquido amniótico y al bebé, y puede causar un aborto espontáneo o un bebé mortinato (que nace sin vida)”. Ingrid Raygada, nutricionista.

Productos lácteos seguros

Procedimiento para eliminar la listeria

Mediante altas temperaturas, por lo que se debe cocinar el queso hasta que salgan burbujas, o hierva. Sin embargo, hay ocasiones en las que el calor no es suficiente para destruir la bacteria, por lo que lo más seguro es consumir quesos duros.

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