La retención de líquidos, el cansancio, los calambres y las náuseas son algunas de las molestias que afectan a las mujeres durante el embarazo, sin embargo, otras complicaciones como la neumonía pueden hacerse presente en la gestación y es considerada una enfermedad de riesgo, por tal razón, es importante conocer sus causas, tratamientos y si puede o no afectar al bebé.
La neumonía se trata de una enfermedad respiratoria que afecta directamente a los pulmones, causando una inflación generada por una infección luego de un resfriado, por sufrir varicela o gripe previamente. En este sentido, el tejido pulmonar se ve limitado gracias a una bacteria o germen infeccioso que afecta en épocas de frío y por supuesto mujeres embarazadas y niños son los más expuestos.
¿Causas de la neumonía?
- En ocasiones es provocada por un germen infeccioso, que se desplaza hasta el pulmón por la nariz o faringe.
- Llegan al interior de los pulmones causadas por gripe o resfriado previo.
- También se adquiere en lugares públicos o centros de salud, cuando el sistema inmunológico es muy débil.
- Afecta principalmente a pacientes diabéticos, asmáticos, hipertensivos, fumadores, embarazadas y niños.
Síntomas de la neumonía
En el embarazo, algunos signos de neumonía son:
- Fiebre alta.
- Tos constante.
- Dolor en el área de las costillas.
- Congestión.
- Escalofríos.
- Dolor en el tórax.
- Problemas para respirar.
Tratamiento para la mujer embarazada
- Luego del diagnóstico se debe:
- Realizar un examen torácico por parte del médico.
- Reposo absoluto.
- Evitar exponerse a temperaturas bajas.
- Algunos médicos recetan antibióticos según la gravedad de la enfermedad.
¿Afecta al futuro bebé?
La neumonía en el embarazo puede causar un parto prematuro, o ser la razón del poco peso del bebé a la hora de nacer. Asimismo, esta afecta sobre todo durante el primer trimestre que es cuando se forma el sistema nervioso del pequeño. La fiebre alta, síntoma frecuente de la neumonía puede generar problemas de desarrollo en el bebé, por lo que se recomienda administrar tratamientos para minimizar los síntomas.