Realizar ejercicios durante el embarazo ayudará a tu cuerpo a prepararse para el momento del parto. Practicar yoga, pilates, caminar 30 minutos al día, y ejecutar rutinas sencillas en el gym pueden ser de mucho beneficio, pero, a medida que el embarazo avance, debes tener mayor precaución.
Muchas mujeres optan por la natación, en el agua seguramente te sentirás ligera y relajada a pesar de la barriga, asimismo, bajará por un rato la presión que se genera en la espalda, esto porque dentro del agua el cuerpo pesa menos. La natación además te permite realizar movimientos que seguramente en tierra firme te costarían mucho realizar.
Entre las tantas ventajas que otorga la practica de la natación durante el embarazo, tenemos:
- Estimula la circulación de la sangre.
- Previene varices, hinchazón, calambres.
- Aumenta la resistencia pulmonar.
- Mejora el tono muscular.
¿Cuándo no es aconsejable la natación para embarazadas?
- Cuando estás bajo riesgo de parto prematuro.
- Cerclaje o incompetencia cervical.
- Embarazo de riesgo.
- Retardo del crecimiento intrauterino.
- Placenta previa.
- Problemas vasculares.
- Patologías: tiroideas, cardíacas o pulmonares.
- Hipertensión arterial.
¿Cuándo es aconsejable dejar de nadar estando embarazada?
Aunque es sumamente beneficioso practicar natación durante el embarazo, nadar al final de la gestación puede ser más complicado, por eso es recomendable que nades hasta que comience la semana 38 de embarazo, en este momento deberías dejar de hacerlo por simple precaución y además evitar que se expulse el tapón mucoso.
Cuando no has presentado ningún problema durante la gestación, es normal que puedas nadar incluso en el tercer trimestre de embarazo, siempre que puedas cesar esta actividad dos semanas antes de dar a luz.
Ante cualquier duda o inquietud sobre nadar durante las semanas finales de gestación o practicar cualquier tipo de ejercicios, es necesario que acudas con tu especialista de confianza, él te dará las sugerencias precisas según el desarrollo del embarazo.
