En la cuarta semana de embarazo el corazón de tu hijo ya está formado, y una semana después ya puedes escuchar sus latidos.
Experto: Pablo Ortega, gineco-obstetra de Clínica Vespucio
Desde que supiste de tu embarazo, de seguro millones de dudas llenaron tu mente, entre ellas, cómo será la formación de los órganos vitales del bebé en tu vientre. Cuando hablamos de órganos vitales nos referimos al corazón, pulmones, hígado y riñones, todos fundamentales para la supervivencia del ser humano. Aquí te contamos cómo se desarrolla cada uno en tu bebé, durante su gestación.
Corazón:
La formación del corazón de tu bebé comienza en la semana cuatro, y en los próximos siete días ya aparecerán los primeros latidos. La sangre comienza a circular, y por ende el sistema circulatorio entra en acción. Ya en la semana nueve, el corazón se divide en cuatro cámaras y las válvulas comienzan a formarse. En el segundo y tercer trimestre el corazón se fortalece y comienza a mejorar su bombeo de sangre.
Hígado:
Es el órgano responsable de la limpieza de la sangre, almacenamiento de nutrientes y químicos necesarios para proporcionarle a su organismo. El hígado de tu bebé comienza a trabajar al final del primer trimestre. En la semana 22 se empieza a metabolizar la bilirrubina (sustancia producida por las células rojas de la sangre). Después del nacimiento, tu bebé puede tener problemas con la acumulación de bilirrubina, lo que hace que el bebé tome un color amarillento; esta enfermedad se conoce como Ictericia neonatal. En la semana 36, se producen los primeros trabajos de desecho del hígado.
Pulmones:
Empiezan a desarrollarse en la semana cinco del crecimiento de tu bebé y durante todo el embarazo crecerán como las ramas de un árbol, donde en su punta se forman diminutos sacos de aire llamados alveolos. Durante la semana 13 tu bebé comenzará a inhalar y exhalar pequeñas cantidades de liquido amniótico, lo que ayuda al desarrollo y crecimiento de los pulmones (en tu vientre el bebé recibe el oxigeno de la placenta). Alrededor de la semana 23, comienzan a producir surfactante, que permite que los alveolos no se hundan ni se peguen entre sí cuando se inflan. Los pulmones continúan madurando durante toda la gestación de tu bebé.
Riñones:
Su función principal es mantener la sangre limpia y químicamente balanceada. Los riñones eliminan el exceso de agua de la sangre para formar la orina; además liberan importantes hormonas que permiten la producción de glóbulos rojos y ayudan al crecimiento y mantenimiento de los huesos. Los riñones comienzan a funcionar alrededor de la semana once, ya en la semana 19 se está produciendo la orina, la cual se excreta en el líquido amniótico; en la semana 36 los riñones de tu bebé están completamente formados.
Con respecto a las enfermedades que podría tener la madre en el embarazo o alteraciones genéticas que puedan afectar el normal desarrollo de los órganos, el doctor Pablo Ortega, gineco-obstetra de Clínica Vespucio, explica que “El bebé puede sufrir trastornos genéticos como las trisomias, 13, 18 y la más conocida la 21 (Síndrome de Down), que afectan principalmente al aparato circulatorio generando una serie de malformaciones en el normal desarrollo del corazón. Existen también enfermedades de origen viral, y parasitario como las llamadas TORCH que generan alteraciones importantes en el desarrollo del corazón y de los pulmones, lo que se traduce en restricciones del crecimiento intrauterino y de una disminución progresiva del líquido amniótico lo que altera también el normal desarrollo renal”.
El doctor Ortega agrega que “la madre también puede consumir ciertos medicamentos como antiinflamatorios o antibióticos que pueden alterar el desarrollo y formación cardiaca, renal, y auditiva del bebe. Esto se produce sobre todo durante el primer trimestre de gestación”.