Algunas mujeres embarazadas suelen poner auriculares alrededor de su barriga, convencidas de que de esta forma su pequeño puede disfrutar de las notas musicales. Pero ¿Qué tan cierto es esto?
Un estudio realizado por el Instituto Marqués demuestra que los fetos solo son capaces de percibir las ondas sonoras si les llegan a través de la vagina, un receptáculo más cerrado sin apenas tejidos blandos que absorban los sonidos.
El trabajo, titulado: «Expresión fetal en respuesta a la emisión de música por vía vaginal», publicado en la revista Ultrasound de la British Medical Ultrasound Society, precisa que con solo 16 semanas de embarazo el bebé puede percibir la música y es capaz de reaccionar al estímulo sonoro: abriendo la boca y sacando la lengua.
Cuando el bebé responde a los estímulos
Si el bebé responde a los estímulos de la música abriendo la boca o sacando la lengua es porque no presenta problemas de audición, aunque algunos especialistas aseguran que si no reacciona ante el sonido no quiere decir que presenta algún problema. Pero si se debe realizar otro tipo de estimulaciones y si la falta de reacción persiste, entonces se tendrá que hacer una revisión más minuciosa.
Lo que sucede con los sonidos inarmónicos
Este estudio también indicó que esta fase previa del lenguaje responde con mayor intensidad ante los sonidos armoniosos, mientras que los ruidos o sonidos inarmónicos no activan estos circuitos de neuronas, por lo que la emisión de la voz de los padres a través de la vagina tampoco provocará ninguna respuesta especial en el bebé.
Beneficios de que los bebés escuchen música estando en la barriga
- La música ayuda al bebé y a la madre en su desarrollo. Además estimulará sus sentidos y creará un vínculo muy especial entre ambos.
- La tranquilidad de la madre, es la tranquilidad del bebé. Si la mamá se siente bien oyendo música, el bebé notará su estado de ánimo y se sentirá igual que su mamita.
- Los niños que son estimulados con música dentro del vientre, pueden hablar antes de lo estipulado por los hitos del crecimiento. A diferencia de otros niños que no fueron estimulados.
