La tos ferina es una enfermedad causada por una bacteria (Bordetella pertussis) altamente peligrosa y contagiosa que ocasiona una tos incontrolable e intensa, a tal punto que puede llegar a dificultar la respiración. Conoce cómo se transmite esta bacteria, sus causas, y qué vacuna puede disminuir el riesgo de contagio en las embarazadas.
¿Cómo se transmite?
Algunos especialistas aseguran que esta enfermedad se transmite a través de aerosoles nasofaríngeos (chispas de saliva expulsadas al hablar o toser con otros personas). Por ello, la transmisión se realiza cara a cara, y es muy poco frecuente que se produzca el contagio a través de objetos infectados.
Los síntomas según cada etapa de la tos
Primera etapa (etapa de resfriado)
- Pérdida del apetito.
- Fiebre moderada.
- Tos irritante (especialmente por la noche).
Segunda etapa (etapa paroxística)
- Espasmos severos de tos.
- Un agudo «pitico» al inhalar después de toser.
- Vómitos o ponerse azul debido a la tos severa o a la obstrucción en las mucosas.
Tercera fase (fase de convalecencia)
Durante esta etapa los síntomas desaparecen. Aunque algunos especialistas aseguran que meses después de la infección inicial, se puede desencadenar una recurrencia de los espasmos de tos.
¿Debe la mujer embarazada vacunarse contra la tos ferina?
La vacuna para mujeres gestantes resulta segura y bien tolerada. La vacuna que ayuda a disminuir los riesgos de la tos ferina se conoce como Tdpa, y aporta protección no solo con este tipo de tos, sino también contra el tétanos y la difteria. Es una vacuna inactivada por lo que no supone ningún peligro para la futura madre ni el feto.
Según un estudio realizado en Reino Unido, cuando se vacuna a las mujeres durante el período de gestación, los casos de tos ferina se reducen hasta en un 33%, las hospitalizaciones hasta en un 38% y las muertes hasta en un 39%.