A través de la placenta, mamá y bebé se conectan de una manera única, permitiéndose la formación de esta nueva vida.
¿Qué es la placenta?
Durante el embarazo, se desarrolla la placenta, una masa que se adhiere al útero por su cara interna y que mide unos 25 cm de diámetro por unos 2.5 cm de grosor. Este órgano permite el intercambio de oxígeno y nutrientes entre mamá e hijo, así como satisface las necesidades de excreción del feto durante su desarrollo.
¿Cómo se forma la placenta?
Al inicio del embarazo, el huevo está envuelto por el trofoblasto, un conjunto de células que se transformarán en la futura placenta. Estas células son las que garantizan la nidación del huevo en el útero, introduciéndose en la mucosa uterina, donde se producirán múltiples brotes que crearán conductos hacia los vasos sanguíneos que irrigan el útero de la madre.
El trofoblasto estará formado por dos capas: Una interna llamada citotrofoblasto y otra externa denominada sincitiotrofoblasto.
El sincitiotrofoblasto se dirigirá al endometrio a través de las enzimas proteolíticas con la intención de llegar a la mucosa uterina, donde se formará la placenta.
¿Cuándo se forma?
Ocurre en la segunda semana de gestación. A finales del tercer trimestre, la placenta está totalmente formada y diferenciada, y va aumentando de tamaño con el pasar de los meses.
Se forma a partir de componentes maternos y fetales. La membrana o mucosa uterina se transforma en la placa basal, formada por tejido embrionario y materno con vasos y glándulas uterinas. Se constituye por cientos de vasos sanguíneos entrelazados.
Aunque su formación se da de manera natural, existen ciertas complicaciones que se podrían presentar en la placenta.
Funciones de la placenta
- Se encarga de transportar y circular la sangre materna y fetal
- Genera una producción de hormonas necesarias en el embarazo. Un ejemplo es la Hormona Gonadotrofina Coriónica (HCG), la que está encargada de posibilitar el temprano desarrollo del embarazo.
- Protege al bebé del sistema inmunológico de la madre. De esta manera el organismo de la mujer no rechaza al nuevo ser que se está formando.
- Actúa como barrera o filtro que aísla al bebé de sustancias tóxicas, parásitos, virus y bacterias. No obstante, hay tóxicos que pueden traspasar esta barreta como el alcohol, la nicotina, medicamentos peligrosos para el feto y ciertas infecciones como toxoplasmosis y rubéola, por lo que la madre debe cuidarse de estos.
- Provee un ambiente seguro para el feto. La placenta, las membranas y el líquido amniótico garantizan un espacio estéril, cerrado y con una temperatura ideal para el pequeño. Además amortiguan los golpes o movimientos bruscos.
- Permite a la mamá sentir a su bebé. Es la función “mágica” de la placenta: saber que contiene una vida en su interior.