La incontinencia urinaria o vesical se presenta cuando una persona involuntariamente no puede impedir que la orina se escape de la uretra, quien se encarga de transportar la micción a través de un conducto hasta expulsarla del cuerpo.
Experto: Ximena Hodar y Daniela Maisto, kinesiólogas ProMater
Este trastorno también se presenta en algunas mujeres embarazadas; una investigación realizada en Cataluña – España, arrojó que por lo menos un 40% de mujeres sufren de incontinencia urinaria durante el embarazo. Generalmente ocurre cuando el aumento de la tripita ejerce algún tipo de presión sobre la vejiga y aunque no debería verse como algo normal durante el embarazo, los especialistas son optimistas y aseguran que gran parte de los casos no son graves y si bien afecta severamente la calidad de vida de las mujeres, con una consulta a tiempo es posible revertirla o prevenirla incluso desde el primer trimestre de gestación.
¿Cuándo ocurren las pérdidas involuntarias de orina durante el embarazo?
- Al estornudar.
- Toser.
- Saltar.
- Carcajearse.
- Caminar.
Tomando en cuenta lo anterior, la enfermera Diana Vahos explica que: “la incontinencia debe tomarse como una condición natural del proceso de gestación que en el gran número de casos es un período transitorio». Además, sugiere a las mujeres embarazadas controlar la ingesta de líquidos y realizar ejercicios de Kegel para fortalecer los músculos del piso pélvico.
Al respecto, la kinesióloga ProMater Daniela Maisto comenta: “es impresionante la cantidad de mujeres que viven con esto sin consultar, pensando que es normal y desconociendo las alternativas terapéuticas que existen para esta patología”. Explica además que un 45% de las mujeres experimenta la incontinencia urinaria 7 años después del parto, pero pueden ser tratadas por especialistas y mejorar favorablemente su condición.
Incidencia o causas de esta patología:
Aumenta por:
- El número de hijos.
- La aparición de la menopausia.
- Ciertos hábitos urinarios.
- El consumo de algunos fármacos (antidepresivos, diuréticos, entre otros).
- La presencia de enfermedades sistémicas como la diabetes o enfermedades neurológicas.
- Edad > 30 años.
- Infecciones urinarias a repetición.
- Historia de IU de esfuerzo en la madre.
- Episiotomía (incisión quirúrgica en la zona del periné al momento del parto) o desgarros (lesión muscular) durante el parto.
- Multiparidad (más de un hijo).
- Trabajo de parto prolongado.
- Parto instrumental o uso de fórceps.
- Niños de gran peso al nacer (≥ 4 Kg.).
- Constipación.
Para su prevención y tratamiento durante y después del embarazo el entrenamiento de la musculatura del piso pélvico ha sido comúnmente recomendado: “La IU afecta la vida de muchas mujeres que llegan a pensar que es normal, lo que las lleva a no consultar; la incontinencia sí tiene solución y es fundamental que se realicen un manejo adecuado para su pronta recuperación”, dice Ximena Hodar C., Kinesióloga de ProMater.
Los beneficios de este entrenamiento son:
- Se logran tasas de cura y/o mejoría del 97%
- Logra acelerar el proceso de recuperación de la incontinencia urinaria y disminuirlo a 6 meses postparto, en vez de 12 meses.
- Se logra un mejor control de esta musculatura a lo largo del embarazo y también durante la fase expulsiva del parto.
- Disminuye la prevalencia de IU (porcentaje de la población que presenta la patología) en embarazo tardío y el postparto temprano.
En el caso de las embarazadas ¿cuándo consultar a tu médico?
- Cuando los goteos de orina se presenten antes del primer trimestre de gestación.
- Si los goteos de orina persisten después de seis semanas del parto, hable con su médico. Sin tratamiento, la pérdida de control de la vejiga puede traerle consecuencias a largo plazo. La salida involuntaria de orina también puede indicar alguna anomalía en su organismo.
- Los problemas de control de la vejiga pueden aparecer meses o años después del parto, en estos casos debe consultar inmediatamente.