Preeclampsia en el embarazo

Preeclampsia en el embarazo

Muchas complicaciones durante la gestación ¡Nos angustian! Por eso, es importante mantenernos informadas y atentas ante cualquier cambio, señal o síntoma que experimentemos. La Preeclampsia en el embarazo, puede ser tratada o prevenida si se diagnostica con rapidez.

¿Qué es la Preeclampsia?

La preeclampsia es una enfermedad de la cual puede ser víctima la mujer durante el embarazo, se puede manifestar a partir de la veinteava semana y afecta principalmente a quienes viven su primer embarazo o han tenido a su madre o hermanas con dicha patología.

La preeclampsia se caracteriza por un inicio repentino de presión arterial alta, hinchazón severa de las manos y la cara, y signos de que algunos órganos pueden no funcionar normalmente, incluidas las proteínas en la orina. Cuando la afección, también conocida como hipertensión inducida por el embarazo (HIP) o toxemia, se diagnostica antes de las 32 semanas de embarazo, se denomina preeclampsia de inicio temprano.

Se estima que entre el 8 y el 10 por ciento de las mujeres embarazadas son diagnosticadas con preeclampsia en el embarazo, aunque la mitad de esos casos se encuentran entre aquellos que tenían presión arterial alta o hipertensión, antes del embarazo.

¿Cómo afecta la preeclampsia al bebé en gestación?

Si bien la mayoría de los casos se resuelven sin problemas, si no se tratan, puede ser peligroso tanto para la madre como para el bebé. La preeclampsia no tratada puede evitar que un feto en desarrollo obtenga suficiente sangre y oxígeno, dañe el hígado y los riñones de una madre y, en casos raros, progrese a eclampsia, una afección mucho más grave que involucra convulsiones, o HELLP, otro síndrome grave que puede aparecer como consecuencia. Afortunadamente, la preeclampsia se detecta casi siempre desde el principio y se maneja con éxito entre las mujeres que reciben atención médica regular. Con un tratamiento adecuado y rápido, una mujer con preeclampsia a corto plazo tiene prácticamente la misma excelente posibilidad de tener un resultado positivo en el embarazo que una mujer con presión arterial normal.

Los síntomas más comunes de la preeclampsia en el embarazo son:

  • Aumento repentino de peso, por ejemplo: subir más de 2 kg. durante 1 semana.
  • Se puede hinchar la cara, manos, párpados, pies y tobillos.
  • La visión puede ser en ocasiones borrosa, tener visión doble, ver puntos luminosos, intolerancia a la luz sin razón.
  • Dolores abdominales, vómitos o náuseas sin razón.
  • Dolores de cabeza intensos y persistentes, sin un motivo de resfriado u otra afección.

¿Qué causa la preeclampsia en el embarazo?

Nadie sabe con certeza qué causa la preeclampsia en el embarazo, aunque hay una serie de teorías:

  • Un enlace genético. Los investigadores plantean la hipótesis de que la composición genética del feto podría ser uno de los factores que predisponen a un embarazo a la preeclampsia. Entonces, si tu madre o la madre de tu cónyuge tuvieron preeclampsia durante el embarazo con cualquiera de ustedes, es más probable que padezcas lo mismo.
  • Un defecto en los vasos sanguíneos. Se ha sugerido que los vasos sanguíneos en algunas mujeres se contraen durante el embarazo en lugar de ensancharse (como suele suceder). Como resultado de este defecto en los vasos sanguíneos, los investigadores teorizan que el suministro de sangre a órganos como las gotas de riñón y hígado, que conduce a la preeclampsia. Dado que las mujeres que experimentan preeclampsia durante el embarazo tienen un mayor riesgo de tener una enfermedad cardiovascular más adelante en la vida, los vasos sanguíneos defectuosos pueden indicar una predisposición a la presión arterial alta en algunas mujeres.
  • Enfermedad de las encías. Las mujeres embarazadas con enfermedad grave de las encías tienen más del doble de probabilidades de tener preeclampsia en comparación con las mujeres con encías sanas. Los expertos plantean la hipótesis de que esto se debe a que la infección que causa la enfermedad periodontal puede viajar a la placenta o producir químicos que pueden causar preeclampsia. Aun así, no se sabe si la enfermedad periodontal causa preeclampsia en el embarazo o solo se asocia con ella.
  • Una respuesta inmune a un intruso extraño: El bebé. Esta teoría implica que el cuerpo de la mujer se sensibiliza con el bebé y la placenta, ambos objetos extraños que se adhieren al cuerpo y absorben nutrientes. Esta sensibilidad provoca una reacción en el cuerpo de la madre que puede dañar su sangre y sus vasos sanguíneos. Cuanto más parecidos sean los marcadores genéticos del padre y la madre, es más probable que ocurra esta respuesta.

¿Cuáles son los factores de riesgo asociados con la preeclampsia?

La preeclampsia es más común en los primeros embarazos, que generalmente se clasifican como de alto riesgo una vez que se identifica la afección. Los siguientes factores también se han relacionado con mujeres diagnosticadas con preeclampsia:

  • Diabetes
  • Antecedentes de hipertensión crónica, enfermedad renal o ambas
  • Obesidad
  • Trastornos autoinmunes que incluyen lupus, artritis reumatoide y esclerodermia
  • Anemia drepanocítica
  • Trombofilia
  • Síndrome de ovario poliquístico (PCOS)
  • Estar embarazada de gemelos o más
  • Embarazo resultante de la fertilización in vitro (FIV)
  • Tener más de 40 años
  • Hipertensión gestacional
  • Deficiencia de vitamina E, vitamina C o magnesio
  • Deficiencia de vitamina D en las primeras 26 semanas de embarazo, según una investigación reciente

Si se te diagnostica preeclampsia en uno de tus embarazos, tienes una probabilidad de 1 en 3 de desarrollar la afección en futuros embarazos. Ese riesgo es mayor si se te diagnostica preeclampsia en tu primer embarazo o si surge temprano en cualquier embarazo.

¿Se puede detectar la preeclampsia?

Esta enfermedad puede pasar desapercibida, los síntomas se confunden con los propios del embarazo, porque es normal subir de peso y retener líquido, sobre todo en los pies y tobillos. Para detectar si es preeclampsia, se realiza un control ginecológico, que evaluará la presión arterial y realizará un estudio de orina para detectar los niveles de proteinuria (proteínas).

El riesgo de sufrir preeclampsia también dependerá de otros factores, como por ejemplo, si la mujer tiene un embarazo de 2 o más bebés, si es adolescente, o si tiene más de 40 años. La preeclampsia afecta al organismo principalmente en el sistema sanguíneo, riñones, hígado, cerebro y otros órganos; es por ello que debe ser controlada adecuadamente por un especialista.

La atención prenatal regular es la mejor manera de detectar la preeclampsia en tus primeras etapas. Estar alerta a cualquiera de los síntomas anteriores y alertar a tu médico si los notas ayuda a tu médico a diagnosticar la afección antes, especialmente si tenías antecedentes de hipertensión antes del embarazo. Tu médico no está buscando un síntoma, sino un patrón de ellos para hacer un diagnóstico de preeclampsia. La proteína en la orina, por ejemplo, es un síntoma, pero no necesariamente significa que tengas preeclampsia.

¿Qué hará el médico?

Si tu médico sospecha que tienes preeclampsia, te hará análisis de sangre y orina para hacer un diagnóstico, que determinará si tienes proteínas en la orina (proteinuria), enzimas hepáticas anormalmente altas o un recuento de plaquetas en la sangre de menos de 100,000. También verificará qué tan bien se coagula tu sangre y para asegurar la salud de tu bebé.

Un nuevo análisis de sangre ofrecido en Europa, Australia, China e India es prometedor en el diagnóstico de preeclampsia en el embarazo, aunque aún no está disponible en el resto del mundo, donde ha pasado los ensayos clínicos y está esperando la aprobación de la FDA.

Su causa continúa en sí, sigue siendo desconocida, a pesar que se estima que entre un 6 y un 8% de las mujeres embarazadas la padecen. Lo que sí está claro es el tratamiento que se debe seguir para combatir esta enfermedad.

Tratamiento para la Preeclampsia

Algunos especialistas recomiendan dar a luz antes de lo establecido, porque de esta forma tanto el bebé como la madre se encontrarán más protegidos, sin embargo, esta solución no siempre puede ser la mejor, debido a que si el bebé es demasiado pequeño puede presentar complicaciones fuera del vientre materno.

Es por eso que, si el parto no es posible, se pueden tomar medidas para controlar la preeclampsia hasta que el menor esté listo para nacer. Éstas incluyen:

  • Bajar la presión arterial.
  • Darle a la madre mucho descanso y reposo en cama.
  • Suministrarle medicamentos.
  • Mantenerla en observación permanente.

¿Cómo se puede prevenir la preeclampsia?

La preeclampsia en el embarazo se puede prevenir consumiendo aspirina o calcio. De la misma forma, el doctor puede indicarle a la mujer que se acueste en su lado izquierdo al momento de descansar, ya que esto llevará a un aumento de la cantidad de orina y de esa forma, quitará peso de encima a los grandes vasos sanguíneos.

Para Rencoret “La preeclampsia no es una enfermedad que se pueda prevenir del todo. Existen métodos para sospechar qué pacientes pueden desarrollar esta enfermedad en su grado más severo, lo que implica evaluar los antecedentes médicos personales y familiares combinado con el estudio Doppler de las arterias uterinas en el 1° y 2° trimestre. Evaluado el riesgo, el uso de dosis bajas de aspirina probablemente sea de utilidad”.

A juicio del gineco-obstetra de Clínica Vespucio, Alfredo Fredericksen “es fundamental que las mujeres realicen periódicamente sus controles ginecológicos ya que “mediante ellos se puede detectar de manera precoz cualquier aumento anormal de la presión arterial en consulta y así poder comenzar el tratamiento necesario según el caso”, subraya.

Junto con los antecedentes clínicos, controles periódicos como “la ecotomografía doppler en los screening ultrasonográficos de las semanas de gestación 12-14 y 21-24, pueden seleccionar una población con más riesgo de padecer esta enfermedad y motivar alguna intervención y mayor control para disminuir la morbimortalidad de la madre y el feto atribuible a la hipertensión gestacional en sus distintas formas”, señala.

Es aconsejable un control preconcepcional para  evaluar otros factores de riesgo, principalmente exámenes que descarten, por ejemplo, trombofilia. También es importante que una vez embarazada tengas control precoz.

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