Sugerencias, recomendaciones “médicas”, o preguntas impertinentes son cosas que una futura mamá de seguro escuchará en su embarazo.
Algunas pueden ser muy molestas e irritar a la embarazada. Mejor tenerlas en cuenta para no repetirlas.
- “¿Puedo tocarte la panza?”. Pocas personas entienden que es incómodo que te toquen, sobre todo cuando lo hacen sin preguntar.
- “¿Fue planeado?”. Esta pregunta puede tocar un tema sensible para la pareja. En ningún caso es un tema que deba ser de conocimiento público.
- “Estás más gorda”. El aumento de peso es algo obvio en el embarazo, y como tal, no debe ni siquiera mencionarse. Ninguna mujer quiere hablar de su sobrepeso.
- “Eso es perjudicial para el bebé”. ¿Creen que una mamá no sabe lo que puede hacer daño a su bebé? Toda mamá va constantemente a los controles médicos, por lo que no es oportuno que otras personas se crean médicos.
- “No es tan malo”. No todos los embarazos son iguales y ninguna persona puede saber por lo que la otra está pasando. Así que juzgar sus malestares como algo menor no es agradable.
- “Aprovecha de dormir porque después no podrás”. Aunque sea verdad no es de ninguna ayuda que lo recuerden. Es mejor destacar los aspectos positivos del embarazo.
- “¿Por qué te demoras?”. Muchos papás hacen esa pregunta, sin darse cuenta de que andar con 9 o 10 kilos de más marca una gran diferencia para bajar las escaleras, subir al auto o desplazarse de un lado a otro. Asimismo, el dolor de espalda, los pies hinchados y el cansancio no contribuyen a la velocidad para caminar.
- Cualquier comentario que haga alusión al tamaño. Nunca una embarazada querrá escuchar que “parece que tiene gemelos” o “tu pareja debe ser un hombre grande”. Este tipo de comentarios, además de estresar, puede asustar, ya que el parto se viene pronto.