Aquí hay un hecho divertido: ese pequeño bulto de alegría que crece dentro de ti es 75% de agua. A medida que tu bebé crece, ese número puede caer al 65% durante el primer año de vida hasta que se estabilice entre el 57 y el 60% en la edad adulta. Hablemos de cuánta agua debes tomar si estás embarazada.
¿De dónde viene toda esa agua?
Proviene de los líquidos que tomas. Esto demuestra que beber agua si estás embarazada es extremadamente importante, sobre todo en verano para evitar la deshidratación y complicaciones. Tu salud y la salud de tu bebé dependen de ello. Para ayudarte a mantenerte hidratada durante el día, aquí hay algunos consejos para beber agua durante el embarazo en verano.
Tomar 8 tazas de agua por día
El agua mantiene la sangre adecuadamente hidratada, lo que facilita el bombeo del corazón. Oxigena los órganos y músculos, lo que reduce el riesgo de calambres, distensiones y problemas de circulación durante el embarazo. Además, el agua ayuda a tu cuerpo a combatir infecciones dolorosas del tracto urinario. Beber suficiente agua si estás embarazada también ayuda a contrarrestar la avalancha de hormonas que hacen que tu piel sea más delicada y propensa a la picazón, rigidez y estrías.
La salud y el desarrollo de tu bebé también dependen de tu consumo de agua. La cantidad de agua que bebes puede afectar el volumen de líquido amniótico que rodea a tu bebé. A medida que tu bebé crece, también lo hace el volumen de líquido que necesita para estar sano. Este líquido amniótico ayuda al desarrollo de tu bebé y proporciona una barrera protectora que lo mantiene cálido y saludable en el útero. La falta de líquido amniótico puede provocar defectos de nacimiento e incluso un aborto espontáneo.
Recomendamos beber al menos ocho tazas de agua todos los días. Intenta beber dos tazas a primera hora de la mañana antes de hacer cualquier otra cosa si estás embarazada. Bebe otras dos tazas con el almuerzo y la cena. Para llenar los huecos, lleve una botella de agua y beba de ella durante todo el día.