El gineco-obstetra Jorge Sandoval nos comenta que “el café es un excitante el cual puede contribuir en las alteraciones de la presión arterial, lo que podría ser muy complicado en algunas embarazadas, por lo tanto la ingesta de cafeína debe ser bastante restringida. El café descafeinado podría ser utilizado si la madre siente la necesidad de ingerir esta sustancia dado a que como el nombre lo dice no contiene cafeína”.
El Colegio Estadounidense de obstetras y ginecólogos (ACOG por sus siglas en inglés) recomienda que en caso de que la mujer embarazada insista en consumir esta bebida el límite de su consumo debe ser menos de 200 miligramos de cafeína al día, el equivalente a una taza de 325 ml de café.
Debemos recordar que la cafeína tiene el poder de atravesar la placenta y llegar al bebé, la madre puede lograr un metabolismo rápido que hace desaparecer este tipo de sustancias del sistema nervioso, pero no pasa lo mismo con el feto, por lo tanto está más expuesto a sufrir las consecuencias de la ingesta.
Reducir o evitar por completo el consumo de café durante el embarazo ayudará a sentirte bien, evitando problemas como:
- Acidez estomacal, esto puede aumentar las molestias en todo el embarazo, hay que recordar que las pacientes no están en condiciones para tomar cualquier medicamento que calme este tipo de malestares, por eso lo mejor es prevenir.
- Nervios, la cantidad de cafeína aumenta tu ritmo cardiaco, causando taquicardias que pueden llevar a una especie de nerviosismo, aparte de que el café pasa por el sistema nervioso.
- Insomnio, se ha dicho por muchos años que la cafeína contribuye a la disminución del sueño y en este caso es algo perjudicial, ya que las madres deben descansar lo suficiente.
- Se ha relacionado el consumo de café con manifestación de abortos espontáneos, especialmente durante el primer trimestre de embarazo.
Si este tipo hábito (que en términos generales incluye hasta los té de hierbas con cafeína), no es controlado, los síntomas mencionados irán empeorando cuando se acerque la fecha del parto, porque a medida que avanza el embarazo el cuerpo descompone de manera más lenta todos los residuos de cafeína que se van al sistema nervioso.