Las mujeres embarazadas tienen un sistema inmunológico debilitado debido a los cambios hormonales y, por lo tanto, son más susceptibles a las enfermedades infecciosas.
Las enfermedades infecciosas son causadas por bacterias, virus, hongos oparásitos. Estos ingresan al cuerpo de varias maneras y se multiplican allí. El sistema inmunitario responde produciendo anticuerpos para combatir estos patógenos. El cuerpo desarrolla fiebre como síntoma, porque un aumento de la temperatura corporal mejora el mecanismo de defensa.
Así es como los gérmenes entran en el cuerpo
Los patógenos pueden entrar en nuestro cuerpo de varias maneras:
- En el caso de una infección por gotitas causada por pequeñas saliva en el aire que se inhalan o absorben a través de las membranas mucosas de las vías respiratorias superiores.
- En el caso de una infección por contacto o frotis, se transmiten por el tacto.
- Los patógenos transmitidos por los alimentos se adhieren a los alimentos y se comen. Se forman sustancias venenosas (toxinas) en los alimentos infestados, que pueden causar intoxicación alimentaria.
- Las infecciones transmitidas por el agua ocurren ya sea al bañarte en agua contaminada o al beber agua contaminada o cubitos de hielo.
- Los patógenos de las enfermedades de transmisión sexual penetran a través de las membranas mucosas genitales.
- Las heridas abiertas son otro punto de entrada para los gérmenes patógenos.
Información general sobre enfermedades infecciosas durante el embarazo
Las infecciones pueden ser peligrosas para las mujeres embarazadas y el feto. Incluso con enfermedades infantiles realmente inofensivas, el bebé puede resultar.
Por ejemplo, la infección por el virus de la rubéola puede causar defectos de nacimiento graves en el niño, y la infección por el virus del sarampión aumenta el riesgo de parto prematuro. Para empeorar las cosas, las opciones de tratamiento durante el embarazo son limitadas.
Con ciertas medidas de precaución, puedes protegerte de enfermedades infecciosas durante el embarazo. Por ejemplo, contra infecciones alimentarias evitando ciertos alimentos o prestando atención a la higiene a la hora de prepararlos.
Ciertas vacunas también son útiles, por ejemplo contra la encefalitis transmitida por garrapatas (TBE) después de una picadura de garrapata. Ciertas vacunas también están permitidas durante el embarazo, especialmente aquellas con una vacuna inactivada.