A raíz de algunas informaciones surgidas en relación al embarazo adolescente, las 4 Sociedades Científicas chilenas y latinoamericanas que agrupan a los profesionales de la salud, especializados en el tema de sexualidad y embarazo adolescente, se sienten en la obligación de informar 6 puntos cruciales.
Experto: Sociedades médicas Sochipe, Sogia, Alape y Alogia
La doctora Verónica Gaete, Presidenta de la Rama de la Adolescencia de la Sociedad Chilena de Pediatría (Sochipe); la doctora Carolina Conejero, Presidenta de la Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología Infantil y de la Adolescencia (Sogia); la doctora Paz Robledo, Presidenta del Comité de Adolescencia de la Asociación Latinoamericana de Pediatría (Alape); y la doctora Pamela Oyarzún, Presidenta de la Asociación Latinoamericana de Obstetricia y Ginecología de la Infancia y Adolescencia (Alogia), declaran lo siguiente:
- 22.349 es el número de embarazos en adolescentes que se registró en 2016; llamando la atención que 1. 000 de ellos corresponden a madres menores de 15 años de edad.
- El embarazo en la adolescencia atañe principalmente, a las y los jóvenes de estrato socioeconómico bajo y sus familias, lo que es un evidente ejemplo de desigualdad.
- Tiene trascendentales repercusiones en la salud física, psicológica y social, y en el desarrollo tanto de estos niños como de sus padres adolescentes; posibilitando, entre otras cosas, que permanezcan en situación de pobreza.
- Los estudios científicos demuestran que las estrategias eficaces para evitar este tipo de situaciones son las preventivas, es decir, se podrá impedir un aumento en el porcentaje de embarazos en adolescentes con la implementación de programas de educación sexual de eficacia demostrada a través de la evaluación de impacto en indicadores, y que perduren en el tiempo; y con la facilitación del acceso a servicios de consejería y anticoncepción, junto al apoyo de servicios amigables de atención hacia los adolescentes.
- Se sugieren otras estrategias, como la de apoyo a la maternidad y paternidad adolescente, y la prevención de un 2° o 3° de embarazo en este periodo de la vida, para que constituyan parte del trabajo en la reducción del porcentaje de este tipo de embarazos.
- Aunque en Chile existe una ley que garantiza la educación sexual y el acceso a los servicios de consejería y anticoncepción para este grupo etario, en la actualidad, no ha podido implementarse adecuadamente, dejando desprotegidos a los adolescentes y sus familias
- Por último, las Sociedades Científicas hacen un llamado al Estado y a la sociedad chilena en general, a tomar las medidas necesarias para que se dé cumplimiento cabal a esta ley.
