¡Embarazadas al agua! Precauciones a tener en cuenta en la playa o la piscina. Entre los consejos de nuestra «guía de supervivencia» de la embarazada en verano, no podía faltar el de aprovechar el mar, la playa y la piscina como nuestros aliados para estar más frescas. Y es que nada apetece más, con el calor, que sumergirse en unas aguas refrescantes. Pero hay que tener en cuenta ciertas precauciones para las embarazadas en la playa y la piscina.
En general, se trata de mantener algunas normas básicas, la mayoría comunes a ambos entornos, pero hay algunas recomendaciones más específicas que no hemos de dejar pasar para no llevarnos un susto. Estos son nuestros consejos para disfrutar al máximo y sin riesgos de la playa y la piscina.
- Protégete del calor. Cuando no se está a remojo y el sol cae con fuerza, las temperaturas elevadas pueden afectar negativamente a la salud. Por ello, conviene evitar las horas centrales del día para ir a la playa o a la piscina y siempre hacerlo en un lugar que tenga posibilidad de sombra (árboles, sombrillas…).
- Asegúrate de llevar agua o de que podrás conseguir más agua en el lugar al que vas. Una buena hidratación previene problemas como el golpe de calor, de modo que esta medida combinada junto a la anterior nos mantendrá a una temperatura adecuada.
- Es fundamental una buena protección solar, ya que durante el embarazo hay que tomar el sol con precaución. Y no olvides que, dentro del agua, el sol también incide en la piel.
- Báñate en zonas poco profundas, de modo que puedas ponerte en pie cuando lo deseas, por si te cansas al nadar, te da una ola… y prevenir riesgo de ahogamiento.
- Podemos practicar snorkel o buceo en la superficie, pero se desaconseja la práctica del buceo con inmersiones profundas, ya que pueden conllevar serios riesgos para la salud del bebé.
- No te bañes en el mar si hay peligro de medusas, si hay bandera roja o si el estado de la mar es malo, si hay mucho oleaje…
- Los deportes acuáticos como el surf, windsurf, esquí acuático… no son recomendables por el riesgo de caída, de traumatismo…
- Al meterte en el agua, lleva cuidado al caminar con las irregularidades en el fondo, los hoyos… Lo mismo si caminas por la orilla.
- Durante los viajes, tenemos que asegurarnos de que el baño en aguas de playas (lagos…) que no conozcamos no están contaminados, o que las piscinas están suficientemente limpias y cuidadas. Precisamente vamos a centrarnos a continuación en los consejos para las piscinas.
Consejos para la piscina
La piscina es una gran aliada durante el embarazo, es el medio idóneo para refrescarse, para practicar ejercicio como la natación… Pero también entraña algunos riesgos que hemos de tener en cuenta para poder prevenirlos.
- Cuidado al caminar al borde de la piscina o cerca de ella, el suelo puede estar resbaladizo por la presencia de agua y si estás en la recta final del embarazo, con el centro de gravedad cambiado (y puede que no llegando a ver fácilmente lo que pisan tus pies) el riesgo de caídas aumenta.
- Procura ducharte después del baño para quitar los restos de cloro de piel y cabello y aplícate una crema hidratante tras la ducha.
- Utiliza chanclas para caminar alrededor de la piscina y para la ducha.
- Evita usar el trampolín y, en general, hacer «acrobacias».
- Zambullirse en el agua con fuerza puede provocar que entre agua en la vagina y aunque el bebé está bien protegido por el tapón mucoso que cierra el cuello uterino y las membranas, si se ha producido la pérdida del tapón mucoso al final del embarazo, mejor evitarlo para prevenir infecciones.
Siguiendo estas sencillas pautas para disfrutar sin riesgos de la playa y de la piscina durante el embarazo se hará más llevadero el calor propio de esta época del año y nos quedará un mejor recuerdo del verano que pasamos embarazadas.