Las mujeres parecen sufrir una especie de amnesia selectiva tras el nacimiento de sus primeros hijos. Cuando ya están en sus brazos se olvidan de los dolores del parto, el calor que tenían y la anticipación nerviosa. Pero la única cosa que sin duda no olvidarán, es el insoportable malestar de pies.
Experto: Pablo Besser, traumatólogo de Clínica Dávila
Es probable que la mayoría de las madres que sufrieron de estos dolores en el embarazo recuerden que sentían como si hubieran estado de pie todo el día. «Mis pies me dolían bastante durante mis dos embarazos, se sentía como si hubiera estado de pie todo el día, apenas me levantaba en las mañana comenzaba el dolor”, comenta Pamela Kock, madre de dos niños, quien recuerda muy bien el dolor crónico que sentía en sus pies. «El doctor me recomendaba que intentara mantener los pies elevados, para así disminuir un poco el edema normal que tenemos las embarazadas”.
Las causas más comunes de este malestar son:
Desequilibrios hormonales: crean una desigualdad en la presión osmótica que hará que el líquido descanse fuera de la célula.
Congestión venosa: puede ser debido al aumento de peso que no permite que las venas de las piernas puedan funcionar adecuadamente, facilitando que el agua escape hacia el espacio libre entre las células. En ocasiones, las venas varicosas pueden ser un problema debido a la pérdida del funcionamiento adecuado en las válvulas de las venas, lo que incluso pueden causar coágulos sanguíneos.
Disminución de la actividad física: hace que la bomba de la pierna que transporta líquidos de regreso al corazón no esté funcionando del todo bien.
Retención de líquidos: que está relacionado con los desequilibrios hormonales propios del embarazo.
Otros problemas a los pies
La hinchazón no es la única cosa que puede suceder a tus pies durante el embarazo. El colapso de los pies es también un problema bastante común. Debido a lo mismo, en muchas ocasiones se produce lo que los expertos llaman fascitis plantar, que causa un intenso dolor en el talón. Especialistas explican que esta patología también conocida como el “talón de policía”, causa un dolor intenso en la parte plana del talón.
El doctor Pablo Besser, traumatólogo de Clínica Dávila explica que “el tratamiento de la fascitis plantar, es esencialmente ortopédico, sin inyecciones, es con masajes, uso de plantillas formales o bien taloneras de silicona. Se sugiere realizar ejercicios para elongar toda la musculatura posterior de la pierna y la facia plantar. El manejo kinésico se recomienda en casos más rebeldes. En cuanto a las inyecciones, no se indican en casos como el embarazo, ya que son una molestia autolimitada que se pasa al tener al bebé”, explica el especialista.
El sentido de los zapatos
Es recomendable que las futuras madres busquen un calzado deportivo cómodo, con un buen arco de soporte, para que no sea sólo un apoyo para los pies, sino también para los músculos de las piernas y el resto del cuerpo.
Los tacones altos son extremadamente peligrosos, ya que los tobillos quedan propensos a lastimarse por el desequilibrio que genera el peso extra del embarazo.
Masaje a los pies
Los masajes en los pies son un regalo maravilloso para las mujeres embarazadas. Y además es algo que puedes hacerte tú misma. Para darte masajes de pie, apoya tu espalda contra una pared o un mueble sólido como apoyo, mantén la pierna derecha extendida, dobla el pie izquierdo y masajea suavemente tu pie izquierdo, incluyendo cada dedo, tobillo y pantorrilla.Repite con el pie derecho.
¿Es verdad que los pies crecen en el embarazo?
Cuántas veces hemos escuchado casos de mujeres que dicen que les creció el pie en el embarazo. ¿Mito o realidad? El doctor Besser explica que “más del 50 por ciento de las mujeres refiere dolor, sequedad de piel, crecimiento más rápido de uñas y ensanchamiento de pies así como un estimado de aumento del tamaño del pie en medio número o uno completo. Parte de las molestias se explican por el cambio del centro de gravedad, especialmente al final del embarazo, más el aumento del peso corporal que motivaría un cambio del patrón de marcha, sobrecarga plantar con la formación de callos plantares o hiperqueratosis y dolor. El aumento del volumen por el edema habitual del embarazo obliga a un uso de calzado mayor, ahí la sensación de aumento del tamaño del pie, pero eso no se correlaciona con un aumento real del tamaño óseo del pie”.
El dolor de pies parece ir de la mano con el embarazo, pero no siempre tiene que ser de esta manera, toma algunas precauciones y cuida de tus pies. ¡Lo vas a necesitar!