Diversos factores pueden hacer coincidir el embarazo con una depresión preexistente en la futura madre, esto es, padecer de esta enfermedad antes de quedar embarazada.
Si bien es preciso contar con óptimas condiciones físicas y síquicas durante esta etapa de la vida, manejar la depresión preexistente en el embarazo adecuadamente permitirá un buen desarrollo del bebé.
Experto: Enrique Jadresic, siquiatra de la Mujer de Clínica Las Condes
No es un secreto de que existen factores de riesgo, sin embargo es importante saber que esta patología tiene solución y se puede tratar médicamente.
El especialista en psiquiatría de la mujer de Clínica Las Condes, Dr. Enrique Jadresic, explica que la mujer embarazada debería estar acompañada de óptimas condiciones físicas y síquicas.
No cumplir con está condición puede acarrear peligros asociados a cambios conductuales que a su vez pueden afectar al desenlace obstétrico deseado.
Las conductas de riesgo de una mujer que padece depresión preexistente al embarazo pueden resumirse en:
- Abandono de los controles prenatales
- Menor auto-cuidado
- Rechazo a seguir al pie de la letra las indicaciones médicas
- Abuso de tabaco, alcohol y drogas
El Dr. Jadresic sostiene que:
“estudios recientes sugieren que, como efecto directo de la depresión materna, puede existir mayor riesgo de parto prematuro (nacimiento del bebé antes de las 37 semanas) o dar a luz a bebés de bajo peso en relación a su edad gestacional”.
No obstante, advierte que aún no existe evidencia que permita garantizar o refutar al 100% dichas afirmaciones.
Para llevar sanamente un embarazo afectado por Depresión Preexistente, el Dr. Jadresic asegura que es muy importante no suspender el tratamiento farmacológico si es que éstos no son nocivos para el desarrollo del feto.
“Naturalmente se debe considerar con que antidepresivo se está tratando a la paciente, ya que no todos los antidepresivos son iguales. Pero si corresponde a fármacos utilizados habitualmente en esta enfermedad, como por ejemplo, los Inhibidores Selectivos de la Recaptura de Serotonina, entre ellos la Sertralina (Serotonina, sustancia que facilita la comunicación entre las neuronas en su punto de unión), no existirían problemas en mantener el tratamiento”, advierte el especialista.
Incluso, asegura que producto del peso mayor, agua corporal y otros factores fisiológicos en la mujer embarazada, la dosis del fármaco en uso serán muy pequeña para que llegue a todos los órganos del cuerpo, por ello en ocasiones es recomendable elevar la medida durante el segundo y tercer trimestre.
Considerar que siempre dicho cambio deberá ser definido por el especialista a cargo del tratamiento de la mujer.
Algunos de los Inhibidores Selectivos de la Recaptura de Serotonina (ISRS) más utilizados son:
- Citalopram
- Escitalopram
- Fluoxetina
- Sertralina
Como excepción, en este grupo encontramos a la Paroxetina, un medicamento que algunos estudios aconsejan evitar durante el primer trimestre del embarazo, ya que existe riesgo de que el bebé presente malformaciones congénitas cardíacas.
Diferente serán los pasos a seguir si la futura madre está bajo un tratamiento para la Bipolaridad. En este caso se suministran los llamados Estabilizadores del Ánimo, principalmente Carbonato de Litio, Acido Valproico y Lamotrigina.
Según explica el Dr. Jadresic, se recomienda suspender dicha medicación durante el primer trimestre del embarazo pues también se corre el riego de producir malformaciones congénitas en el bebé.
Consejos que permiten un embarazo tranquilo aún presentando depresión preexistente:
Junto con la terapia farmacológica y psicológica, que ordenara el especialista, es recomendable seguir algunos de estos consejos.
- Asistir regularmente a los controles médicos y cumplir al pie de la letra las indicaciones del doctor.
- Si la madre presenta ansiedad o angustia es recomendable, siempre bajo orden médica, el uso de ansiolíticos. Nos obstante, existen antidepresivos que en su composición ya los consideran.
- Adoptar un estilo de vida que promueva un embarazo saludable: preocupación por la dieta alimenticia, procurar un descanso adecuado, realizar actividades físicas acordes al embarazo, mantener el apoyo de la pareja en especial en el tercer trimestre.
- Mantener un entorno familia de mucho apoyo tanto psíquico como práctico.
- Considerar como complemento a la terapia farmacológica la Psicoterapia, la cual puede ser muy útil para tratar la ansiedad que frecuentemente acompaña a la depresión.