A pesar de todos los mitos que circulan alrededor del hecho de tener sexo durante el embarazo, la realidad es que; cuando no existen complicaciones externas, realizarlo puede traer diversos beneficios.
Creer que podemos dañar al bebé o acelerar el parto, provocar alguna irritación o propiciarnos un golpe irreparable con la penetración son solo creencias que ocasionan que muchas parejas se mantengan en abstinencia los meses de gestación.
Beneficios de tener sexo durante el embarazo
Bienestar para el bebé: La ansiedad que causa el nacimiento y crianza de un bebé puede alterar a los padres, por tal razón, el estado de ánimo y el vínculo amoroso entre la pareja garantizan el óptimo desarrollo del bebé durante el embarazo.
Minimiza el estrés: El sexo ayuda a liberar tensiones, que en muchas ocasiones vienen aunadas con el embarazo.
Aumenta el autoestima: Con los cambios físicos que trae el embarazo, algunas mujeres llegan a sentirse poco atractivas y por ende no deseadas, por eso, la interacción sexual con la pareja ayuda a romper esa falsa creencia.
Un buen «anticonceptivo»: Cuando la mujer ya está en estado, puede disfrutar del sexo sin necesidad de preocuparse por si se quedará embarazada, esto ayuda a que la mujer se relaje y disfrute aún más.
Preparación para el parto: Aunque parezca irracional, los músculos vaginales se estimulan y ejercitan de cara al parto cuando se ha mantenido relaciones sexuales durante el embarazo, de tal manera que asimilarán de mejor manera las dilataciones y contracciones.
Mayor placer: Durante el embarazo es probable que la vagina esté más sensible y lubricada, por lo que la mujer sentirá mayor satisfacción en el coito.
Bebés ‘felices’: Las sustancias placenteras que se expulsan al momento del orgasmo, hacen que el bebé se sienta relajado y seguramente con una sensación de felicidad.
Es necesario resaltar que si se trata de un embarazo de alto riesgo o si existe amenaza de parto prematuro el especialista de cabecera deberá conversar con los padres sobre lo que pueden hacer y lo que no, para evitar poner en riesgo la salud del bebé y la madre.