Entendemos por asertividad al hecho de conocer los derechos y defenderlos, respetando las opiniones de los demás, esta premisa tiene como objetivo fundamental que cada persona posea derechos básicos o asertivos.
Por su parte, las mujeres embarazadas llevan «palabra hecha vida dentro de cada una de ellas», y a pesar de la importancia y el valor que tienen, algunas se callan, olvidan, y dejan que otras personas hablen y decidan por ellas, se vuelven sumisas y otras caen en depresión. La asertividad «es una habilidad social que tiene nombre de mujer pero con pasos masculinos.»
El psicólogo Alberti define la asertividad como «un conjunto de conductas emitidas por una persona en un contexto interpersonal, que expresan los sentimientos, actitudes, deseos, opiniones y derechos de esa persona de un modo directo, firme y honesto, respetando al mismo tiempo los sentimientos y actitudes, deseos, opiniones y derechos de otras personas.»
Asertividad y embarazo
Todas las mujeres y sobre todo aquellas que están embarazadas tienen deseos de expresar y ejercer su libertad emocional que les permite luchar y esforzarse por aquello que quieren, no es fácil, pero los valores femeninos y roles sociales llegan a condicionar el pensamiento y conductas de la mujer, afectando positivamente su vida.
En las maternidades sucede que las mujeres embarazadas expresan sutilmente o con timidez sus deseos sin defenderlos a la primera complicación, puede ser que la incomodidad, el cansancio, o la presión social que normalmente encierra a las futuras mamás y las hace más vulnerables, y dóciles en momentos como este.
La recomendación es que cuando entren a la maternidad indiquen cualquier cosa que les incomode: sentimientos, molestias, complicaciones, hazlo saber con fuerza y firmeza. Realmente las mujeres nunca somos tan fuerte y tan valientes como cuando estamos embarazadas. Te recomendamos ejercer tu asertividad respetuosamente, exprésate verbal o por escrito y haz valer tus derechos como mujer y madre.