El ácido fólico previene espina bífida en el bebé

ácido fólico previene espina bífida en el bebé

Las malformaciones en el feto comienzan a producirse durante los primeros 25 días de gestación, por esa razón, especialistas han indicado que la administración de pequeñas dosis de ácido fólico tres meses antes y posteriores al embarazo puede prevenir estas afecciones en el bebé.

Todas las madres deseamos que nuestros pequeños nazcan sanos y fuertes, y para ello debemos cuidar nuestra alimentación incluso antes de la gestación. Durante su desarrollo intrauterino el bebé absorberá todos los nutrientes de nuestro cuerpo, esta es la razón primordial por la cual todas debemos tener una dieta nutricional equilibrada y saludable.

El ácido fólico minimiza la probabilidad de malformaciones en el bebé

Entre las complicaciones que pueden presentarse en el bebé durante la gestación se encuentra la espina bífida, ¿qué es? El Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares la define como “el desarrollo incompleto del cerebro, la médula espinal, o las meninges (la cubierta protectora alrededor del cerebro y la médula espinal)”.

Es una malformación congénita que se produce durante el primer mes de embarazo, cuando la columna vertebral del bebé no se cierra completamente, por tal razón, puede dañar los nervios y la médula espinal.

¿Cómo prevenir la espina bífida en los bebés?

  • Especialistas han indicado que tomar una pequeña dosis de ácido fólico antes y durante el embarazo puede minimizar el riesgo de malformaciones en el bebé.
  • Cuando se planifica un embarazo, se recomiendan solicitar algún suplemento de ácido fólico y comenzarlo a tomar 3 meses antes de la concepción y continuar consumiéndolo el primer trimestre de gestación.
  • El consumo diario es de 0,4 miligramos, sin embargo, será el médico de cabecera el encargado de dar las sugerencias para la toma de ácido fólico.

Alimentos que contienen ácido fólico

Espinacas cocidas o Espárragos: aportan aproximadamente 260 microgramos de ácido fólico por taza (el consumo diario recomendado es de 400 microgramos).

Legumbres: son una fuente de ácido fólico y de hierro, una taza de lentejas, aportará al organismo alrededor de 180 microgramos de ácido fólico.

Brócoli: es un alimento complejo y aporta desde calcio y fibras hasta vitamina B y C y contiene 104 microgramos de ácido fólico por taza.

Hígado de ternera, pollo o pavo: una taza de hígado trae 200 microgramos de ácido fólico.

Aguacate: 90 microgramos de ácido fólico por taza.

Naranja: además de vitamina C, cada naranja contiene unos 45 o 50 microgramos de ácido fólico.

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